Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La primera vacuna española intranasal podría estar lista en un año y protegerá de la infección

El virólogo Luis Enjuanes espera que las agencias reguladoras den luz verde al suero una vez se compruebe que no provoca daños en el cerebro - El CSIC prepara también vacunas menos eficaces pero más sencillas de producir

El simposio celebrado en el ADDA ha reunido a los primeros espada de la inmunología. | JOSE NAVARRO

Mientras los países aceleran con la administración de las terceras dosis, los científicos trabajan en la segunda generación de vacunas frente al covid que podrían proteger también frente a la infección, lo que evitaría que las personas vacunadas siguieran contagiando como ocurre actualmente. Entre estas vacunas está la que desarrolla en el CSIC el virólogo Luis Enjuanes, quien este viernes participó en el I Simposio Internacional de Inmunología y Salud (A-Wish), organizado por la Universidad de Alicante y la Sociedad Española de Inmunología.

Según Enjuanes, su vacuna podría estar lista para comenzar a distribuirse en un año. Una de las principales novedades de esta vacuna es su forma de administrarla, por vía intranasal mediante un aerosol o spray, y que en un principio es más efectiva que las vacunas intramusculares actuales. «El coronavirus es un virus respiratorio que entra por la nariz y por lo tanto hay que proteger las mucosas respiratorias y la forma de hacerlo es localmente, presentando el antígeno en las propias mucosas», explica Enjuanes.

Aunque en un principio parece que estas vacunas esterilizantes son más efectivas, el proceso para desarrollar las es más lento porque llevan aparejados más controles de seguridad. «Las agencias reguladoras hacen un trabajo muy cauto y necesitan más pruebas de que estas vacunas no van a causar problemas en el cerebro, dada su cercanía con la nariz», sostiene Enjuanes, quien añade que muchos laboratorios trabajan en el desarrollo de vacunas intranasales, que a su juicio son el futuro en la lucha contra la pandemia. En caso de que las agencias reguladoras no aprueben esta vacuna administrada a través de la nariz, el equipo de Enjuanes está preparando otra vía de administración, a través de un pinchazo en el músculo, como las actuales.

Mientras esta vacuna llega, Ejuanes recomienda que la gente se vacune con los sueros actuales, sobre todo con la nueva variante ómicron en circulación. «Cualquiera que tenga oportunidad de ponerse una de las vacunas actuales, que lo haga porque son seguras. Las necesitamos más que nunca por las variante como ómicron». De esta última variante ha comentado que la eficacia de las vacunas actuales se ha reducido solo «un poquito», entre el 5 y 15 por ciento, por los cambios del propio virus.

Actualmente, el CSIC está desarrollando vacunas basadas en distintas tecnologías. «Unas vacunas están basadas en el virus de la viruela, al que se ha quitado el 30% de los genes. Han atenuado este virus pero es una bomba atómica y da una inmunidad muy fuerte», explica. Otras vacunas que se están probando se basan en el DNA y, según Enjuanes, «no son tan potentes, pero tienen la ventaja de que son estables a temperatura ambiente y la fabricación cuesta nada, son muy baratas».

El I Simposio de Inmunología ha contado con la asistencia de Adolfo García-Sastre, profesor de Microbiología y director del instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí, de Nueva York, quien también ha explicado en qué fase se encuentra la vacuna que está desarrollando su equipo y que se encuentra en periodo de ensayo clínico en distintos países.

La vacuna está basada en un vector viral como las vacunas de adenovirus y, como en el caso de la que desarrolla el equipo de Luis Enjuanes, se están probando distintas modalidades de administración, tanto por vía intramuscular como instranasal. Una de las grandes ventajas de la vacuna de García-Sastre es su facilidad de producción. «Se hace con una tecnología que está presente la mayor parte de países y que es la misma tecnología que usa para hacer vacuna de gripe. Y eso da lugar a que pueda ser mucho más fácil de poder generar y administrar en esos sitios en los que aun no hay acceso a las vacunas».

También en este caso, la apuesta es porque las agencias reguladoras den luz verde a la modalidad de vacuna intranasal, «que daría lugar a una buena inmunidad, no solo sistémica -que protege de la enfermedad- sino para proteger también contra infecciones sintomáticas leves y asintomáticas , lo que protege mejor contra la transmisión», señala García Sastre.

Extender la vacunación para evitar las variantes

Los inmunólogos reunidos ayer en el I Simposio Internacional de Inmunología y Salud, que se ha celebrado en el ADDA, han coincidido en la necesidad de que la vacunación llegue a todos los rincones del mundo como la única estrategia para acabar con esta pandemia. La variante ómicron es un buen ejemplo de esta necesidad, a juicio de Adolfo García-Sastre. «Una de las causas por la que tenemos ómicron es porque ha habido muy poca vacunación en África y eso ha hecho que el virus haya evolucionado tan rápido». Vacunar a todo el mundo no evitará que el virus evoluciones, recuerda este especialista, «pero tardarán más tiempo en salir nuevas variantes, no como ahora que aparecen una detrás de otra».

Compartir el artículo

stats