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RICARDO ABADÍA SÁNCHEZDIRECTOR DE LA ESCUELA POLITÉCNICA SUPERIOR DE ORIHUELA DE LA UMH

«Los proyectos de macroplantas solares son especulativos, hay que proteger el uso agrícola»

Defiende con convicción la apuesta por la energía renovable solar para frenar el cambio climático. Pero se muestra muy preocupado por la avalancha de proyectos de macroplantas que llegan a la provincia sin planificación previa y que desplazan y eliminan el uso agrícola

«Los proyectos de macroplantas solares son especulativos, hay que proteger el uso agrícola»TONY SEVILLA

Ricardo Abadía dirige el que es el campus universitario más antiguo de la provincia, la Escuela Politécnica Superior de Orihuela. Enclavado en el mismo corazón de la huerta tradicional, es centro de referencia obligatoria en la investigación agrícola de la Comunidad Valenciana, ámbito donde la energía solar se desarrolla como recurso para ayudar a reducir los enormes costes energéticos que están soportando las empresas agrícolas. Una energía renovable que, paradójicamente, amenaza el principal recurso de los agricultores: el suelo.

¿Por qué es necesaria la generación de energía solar?

La energía no renovable es un modelo a cambiar. Genera muchísimos problemas. El cambio climático lo tenemos aquí y la tendencia ha de ser potenciar la generación de fuentes de energías renovables, que a nivel mundial no llega ni a un 10%.

¿Sólo un 10%?

Es muy poco aunque en España es algo más, alrededor de un 14%. En 2022 ha habido días que toda la demanda se ha cubierto con renovable, pero es algo muy puntual. La tendencia debe ser fomentar y aumentar el consumo de la energía renovable con el objetivo de reducir la emisión de CO2 porque los efectos del cambio climático son cada vez más patentes, ahí están las lluvias torrenciales. Hay que tratar de frenarlo para no tener problemas en un futuro no tan lejano que serían muy, muy importantes.

¿Qué se puede hacer?

Una forma es la producción distribuida, donde los usuarios son los beneficiarios de la energía. Y otra es la centralizada a través de macroplantas de gran superficie, que entran en el pool energético y llega mezclada con el resto de fuentes energía al usuario.

Ricardo Abadía, durante la entrevista en las instalaciones de la EPSO

Pero la instalación de macroplantas está generando problemas...

El problema de las macroplantas es que sería necesaria una planificación a escala territorial nacional. Se están produciendo concentraciones excesivas en determinadas zonas en la que es más fácil acceder a los terrenos y esto distorsiona el sistema. Además tiene consecuencias sobre los usos del suelo porque al no estar regulados desplazan a otros como el agrícola, y también puede producir serios efectos medioambientales. Por ello hay que definir los usos. No solo a nivel municipal, supramunicipal y autonómico, también a escala estatal para identificar aquellas zonas donde el desarrollo de la energía solar cause menos impacto. Como la producción se hace además fuera de la zonas de consumo y la energía generada necesita de un transporte nos encontramos con un problema adicional porque las redes de transporte ya están saturadas.

En el suelo que ocupan las placas se acaba la biodiversidad. Los proyectos se tramitan sin una planificación estatal previa. Y ahora España, con el conflicto en Ucrania, está presionada por Europa para producir más energía solar

Ricardo Abadia . Director de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela

¿Por qué se está apostando tan fuerte por estos proyectos?

Las macroplantas que promueven los fondos de inversión entran en el mix energético. Los precios están disparados. Si tú tienes una producción distribuida en tu casa o tu negocio la repercusión que tiene en la factura es inmediata. Y habría que potenciar pequeñas plantas de producción comunitaria. Se puede bajar la factura hasta en un 60% con un impacto en el medio que es casi nulo. Porque con 2.000 metros puedes dotar a 80 viviendas. El sector agrícola está volcado en esa producción distribuida porque repercute directamente en los costes, que están disparados sobre todo en el regadío localizado a presión. Se ha pasado de pagar de 9 o 10 céntimos en hora valle a pagar a 25 o 30. La diferencia es abismal. ¿Que los proyectos de macroplantas son especulativos? Yo creo que es especulativo la gran cantidad de proyectos que hay. Hay una disparidad entre la producción de energía y los costes finales que tiene. El sistema de fijación de los precios es muy complejo y las empresas han visto un nicho en lo que le pueden sacar al precio... Creo que les sale muy rentable y de ahí la apuesta que está habiendo. Pero no sé cómo va a terminar esto. La administración se ve saturada y con la guerra de Ucrania España se ve empujada por Europa a ser productora y exportadora de energía renovable porque tenemos unas características mucho mejores que el resto de países. Pero, ojo con lo que se va hacer, porque como no se planifique va a causar muchos problemas.

"Hay que potenciar la generación de energía solar distribuida: la que instalan los que se benefician directamente, particulares o empresas y que rebajan la factura hasta un 60%"

Ricardo Abadía . Director de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela

¿Cuáles son los problemas desde el punto de vista ambiental?

Cuando se instala una planta además de ocupar un terreno que es agrícola se esquilma su biodiversidad, arrasa lo que queda abajo. De ahí la idea de combinar con la agrovoltaica -superficies de regadío con instalaciones de generación solar-, donde se produce una simbiosis aunque tenga menos rendimiento. En otros países de Europa esa opción está más desarrollada.

¿Qué alternativa hay al precontrato de arrendamiento que le ofrece un fondo a un agricultor garantizándole durante años una renta segura?

La alternativa a eso es complicada. Les resuelve el problema a los propietarios concretos, pero es pan para hoy y hambre para mañana porque genera un daño estructural. Su efecto en determinadas zonas de producción de denominaciones de origen en la provincia de Alicante -como a la Uva del Vinalopó- provoca que se abandone la actividad, pese a su importancia social y económica. Si los fondos de inversión van minando de forma individual esa fuente de producción, el resultado final es el abandono de la actividad agrícola. Es cierto que las plantas generan empleabilidad cuando se están construyendo, pero es bajísima después con respecto a la de la actividad agrícola. Hay que invertir en energía solar pero hacerlo con cabeza porque precisamente cuando estamos luchando contra el abandono del medio rural esas instalaciones lo fomentan. Tiene que haber figuras de protección y una definición regulada de los usos del suelo para que las zonas agrícolas sigan siéndolo.

¿ Y qué le parece la idea de emplear superficies de agua extensas como el embalse de la Pedrera para instalar placas solares?

En canales y láminas de agua limitadas, como las balsas agrícolas, es doblemente positivo porque se genera energía y se limita la evaporación de los recursos hídricos almacenados. Se hace con las mallas especiales desde hace tiempo para reducir las pérdidas por evaporación y se puede hacer con las placas. Otra cosa es actuar en los embalses, como es el caso del que se plantea en La Pedrera. Tiene impactos ambientales en una zona protegida. Eso habría que plantearlo con mucho cuidado.

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