La sede de la Mancomunidad de L'Alacantí volverá a estar en Alicante. El Ayuntamiento de Alicante cederá una planta de la Finca Benisaudet al organismo para que desarrolle su actividad durante los próximos cuatro años, de manera gratuita.
La entidad que agrupa a seis municipios de la comarca (Alicante, San Vicente del Rapseig, El Campello, Sant Joan d'Alacant y Agost) se ubicará de esta manera en la casa donde veraneó el escritor Gabriel Miró, que ha sido recientemente rehabilitada por el Ayuntamiento alicantino.
Tras la renovación, el edificio cuenta con tres plantas distribuidas en salas y espacios diáfanos para el desarrollo de actividades. El gobierno local ya anunció que parte del inmueble se destinaría a la Asociación de Vecinos y la Comisión de Fiestas de Benisaudet, que ahora compartirán ubicación con la Mancomunidad de L'Alacantí.
Otra vida para la finca Benisaudet de Alicante
La cesión, aprobada esta semana en Junta de Gobierno, se llevará a cabo de manera "provisional" y "en precario" (sin generar un compromiso a largo plazo), por lo que el Ayuntamiento se reserva el derecho a recuperar su uso en cualquier momento, sin necesidad de indemnizar a la entidad comarcal, según se recoge en el acuerdo aprobado.
Por el uso de las instalaciones, la Mancomunidad no abonará alquiler alguno a las arcas municipales por el uso del local, además de que el Ayuntamiento será quien deba asumir los gastos inherentes a su utilización, aunque el organismo sí podrá adecuar el espacio a sus necesidades, previo visto bueno de los técnicos municipales.
Vuelta a la capital
La Mancomunidad de L’Alacantí vuelve ahora a la capital de la provincia después de que, en 2018, dejase su último emplazamiento. En ese momento, el organismo pasó de un espacio alquilado en la emblemática Casa Carbonell a unas dependencias en el Ayuntamiento de Sant Joan, uno de los municipios miembros.
La mancomunidad dedicará 30.000 euros más al año a las plagas tras cambiar de sede
Con este cambio, forzado por el entonces alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, la Mancomunidad pretendía ahorrar unos 30.000 euros al año, que acordó destinar a reforzar el servicio de lucha contra plagas.
En el pleno de aprobación de presupuestos de aquel año, el dirigente socialista exigió una reducción de «gastos superfluos» en la entidad comarcal, como el hecho de tener su sede en el «edificio más caro de Alicante», donde se abonaba un alquiler de 1.500 euros al mes, a los que había que sumar otros «suministros», como la luz, el agua o internet.