Habitar la ciudad

La editorial murciana Newcastle publica Crónicas a contrapelo, de Cristina Guirao, una sui generis guía de viajes en la que busca respuestas

Cristina Guirao.

Cristina Guirao. / por eduardo boix

Eduardo Boix

Habitar la ciudad es un tema del que se ha hablado y se habla. Tal vez es la gran asignatura pendiente, muchos teorizan sobre este concepto, pero pocos bajan al fango y se mojan o manchan. La ciudad como idea de sociedad es un concepto que ya los presocráticos tenían muy presente. Hoy día, que, con las nuevas tecnologías, estamos más conectados que nunca, pero a la vez, más aislados, el concepto de la ciudad como lugar social debería ser revisado. De alguna manera, las redes sociales digitales son el ágora del siglo XXI, el lugar que sustituye al espacio utilizado para la discusión, la confrontación de argumentos y la llegada de acuerdos: el lugar social donde el debate se amplía al mundo. Tal vez eso es lo bueno que ha traído internet, tal vez eso es lo único ventajoso de la globalización, que las ideas naveguen de un lugar a otro, en décimas de segundo, casi a la velocidad de la luz.

Habitar la ciudad

Cristina Guirao Crónicas a contrapelo Newcastle Ediciones 150 páginas, 10 euros / por eduardo boix

Crónicas a contrapelo, de Cristina Guirao, publicado por la editorial murciana Nescastle, no es un libro de crónicas de viajes al uso, sino que se adentra en aspectos sociológicos de las ciudades y su idiosincrasia. En este libro, su autora disecciona de una forma muy precisa cada espacio desde su prisma y desde el de otros a los que ella considera tal vez maestros. Vemos el prisma de autores como Calvino, Platón, Walter Benjamin, Susan Sontag, Marx... Es una visión sociológico-filosófica de habitar el mundo. El mundo como lo conocemos hoy día ha sufrido una gran trasformación y estos autores a los que alude Guirao no han conocido esta sociedad tan hiperconectada, pero, como se ha indicado antes, tan aislada a la vez. Los aislamientos de estos pensadores pudieron surgir de otros problemas, otras disyuntivas distintas.

Esta obra está dividida en dieciséis capítulos y un prólogo; en ella, la autora no solo realiza la crónica de varias ciudades (Venecia, París, Nápoles, Pompeya, Buenos Aires, Toledo, Sicilia, Santiago…) como visitante, sino que analiza y nos traslada sus sensaciones. Estamos ante un libro que podría usarse como una sui generis guía de viajes. Guirao es una aguda analista de lo que le rodea y, en este pequeño gran libro, está su esencia como autora, investigadora y mujer que viaja y busca respuestas. Guirao, desde su atalaya y su conocimiento, nos hace partícipes de su forma de pensar y actuar, y, además, nos amplía la visión de una sociedad tan tecnológica como la nuestra.

Newcastle ha vuelto a incluir en su catálogo un libro de una belleza y, a la vez, potencia intelectual. Crónicas a contrapelo es la obra de una pensadora que ha vivido el paso entre los siglos XX y XXI, con una visión innovadora y, a la vez, con reminiscencias a la antigüedad. Tal vez yo soy el menos indicado para analizar la obra de Guirao. Cristina, junto a María José Picó, fueron las dos profesoras que más me influyeron en mi etapa de la educación secundaria y en el bachillerato. Reconozco la voz de Guirao en este libro. Todo ese compendio de enseñanzas, de lecciones donde la filosofía, la sociología, la antropología y el humanismo se unían para darnos algo de luz a los alumnos, temerosos de salir de aquella caverna de la que hablaba Platón. Estamos ante un libro que utiliza el viaje como excusa para dar una lección de humanismo, de cómo el ser humano convive en sociedad o realmente sobrevive. Cristina Guirao bucea con maestría en esa disyuntiva del ser humano entre el ser y el estar, porque eso hacemos. No es lo mismo vivir que habitar la ciudad. Unos pasan y otros se quedan, como diría Machado.