El origen de la inspiración

El músico australiano Warren Ellis   se embarca en la narrativa con el  libro El chicle de Nina Simone

Warren Ellis

Warren Ellis / Eduardo Boix

Eduardo Boix

Estamos necesitados de ídolos. Mucha gente no entiende esa pasión exacerbada por el fútbol o cualquier otra manifestación deportiva, cultural, artística que pueda levantar pasiones. Pongo el ejemplo del fútbol por lo que he dicho, hay gente que no alcanza a entender por qué levanta tantas pasiones. Es fácil, conservamos en el ADN ese gen romano de los circos. Ellos lo decían, si querías tener contento al pueblo, pan y circo, no había más. La idolatría nos ayuda a tener un objetivo en la vida, es cierto que a veces esto puede derivar en obsesión, pero toda creencia o admiración es necesaria. Esta forma de ser es parte de nuestra cultura, de nuestra idiosincrasia como humanos que poblamos la tierra. Porque todos estamos hechos de un patrón definido por la cultura y todo lo que nos precede.

El chicle de Nina Simone, de Warren Ellis, publicado por la editorial Alpha Decay con prólogo de Nick Cave, es un canto hacia el ídolo. Warren Ellis, músico multiinstrumentalista, productor, compositor, lugarteniente del músico australiano Nick Cave y ahora escritor, nos muestra en esta autobiografía fragmentaria cómo un objeto de un artista puede acabar siendo un tótem. Ellis nos habla de la idolatría y de la evolución de su persona y su arte según las influencias tanto personales como artísticas que ha tenido. Para la gente que no conozca a Warren Ellis, él mismo parece un tótem. Con su pelo y barba largas, tiene pinta de músico zíngaro, un genio loco que genera músicas envolventes que Nick Cave las remata con su grave y profunda voz. Pero no estamos ante una autobiografía al uso.

Esta obra nos habla de algo más profundo, de cómo nos puede obsesionar algo hasta llegar a la idolatría. Ellis recogió un chicle de Nina Simone en 1999 que ha acabado en un museo. ¿Es digno de un museo este objeto? ¿Nuestra sociedad ha perdido el norte? ¿Quién dice qué es y qué no es arte? La gente se acerca a los estadios de fútbol a ver sus museos, ¿por qué no se puede adorar el objeto que surgió de una cantante? El libro es, además, una reflexión sobre su vida y cómo ha ido evolucionando su música y su vida alrededor de objetos como maletas, violines, instrumentos musicales y cómo una cosa le ha llevado a la otra y a ser uno de los músicos más respetados del panorama actual.

Warren Ellis. | INFORMACIÓN

Warren Ellis El chicle de Nina Simone Editorial Alpha Decay 232 páginas / 22 euros / Eduardo Boix

El chicle de Nina Simone no es un libro que se quede en la anécdota. Si lo leemos con atención, nos da una lección de vida. Ellis nos ayuda a comprender de dónde surge todo su arte, cómo funciona su cabeza y cómo podemos descifrar esas melodías que nos fascinan al escucharlas. La cabeza de un músico esconde la complejidad de la abstracción. Nadie nunca sabrá cómo le vino a Mozart el Réquiem, a Bach las Suites o a los Beatles Let It Be. Nadie puede intuir en qué rincón se esconde una obra musical y de dónde surge. Son como milagros, como cuando de un tronco ardiendo surgen llamas que crean formas o cuando el sol tiñe de rojo el cielo. Ese es el prodigio del creador. Muchas veces se piensa que el artista es un mero transmisor, como un médium que traslada lo que escucha, lo que ve o las palabras que surgen en su mente. Podríamos decir que el arte surge del otro lado, no sabemos dónde está, pero es algo que no es físico, es más bien etéreo. Los mundos sutiles…, que diría Machado. Ese es el misterio y eso trata explicar este libro. De dónde viene lo que nos apasiona, lo que nos hace vibrar.