Vecinos de Gran Alacant han denunciado a los ayuntamientos de Elche y Santa Pola por permitir el ocio nocturno durante los meses de verano en la zona protegida bajo el faro.

La comunidad de propietarios de la urbanización Carabasí ha presentado ante un juzgado de instrucción del municipio ilicitano una demanda por "prevaricación ambiental omisiva" contra los dos consistorios al conceder licencias de apertura cada verano a establecimientos de ocio nocturno que ocasionan fuertes molestias cada madrugada por el elevado volúmen de la música que procede de estos locales.

Según el abogado que se encarga del caso, Roberto Batllés, la zona de chiringuitos y pubs ubicada en el Cabo de Santa Pola, en la primera línea de playa que une a los términos municipales de Elche y de la villa marinera, es una zona de servidumbre del domimio público marítimo terrestre que requiere una protección por lo que la Dirección General de Costas tan sólo permite la concesión de licencias para chiringuitos dedicados a dar servicio de comida y bebida.

Ante ello, los 125 vecinos afectados de la mencionada urbanización han denunciado que los ayuntamientos de Santa Pola y Elche "ha consentido la apertura de estos establecimientos con una actividad enmascarada que es ilegal al no disponer de autorización y no estar recogida por la ley".

En este sentido, los residentes de la urbanización Carabasí llevan desde el año 2009 con problemas ocasionados por el ruido y por el incumplimiento de horarios de los chiringuitos, y desde entonces han denunciado los daños sufridos ante la Guardia Civil, la Policía Local y los ayuntamientos y afirman haber presentado pruebas ante las administraciones con mediciones que superan los niveles de contaminación acústica.

"Además, las autoridades locales han consentido que cada verano las empresas publiciten sus fiestas con DJ", explica el letrado.

Ante ello, y cansados del silencio administrativo, al finalizar el pasado verano, los vecinos de Gran Alacant presentaron una denuncia conjunta contra los dos ayuntamientos para exigir una indemnización por los ruidos de los establecimientos de ocio nocturno que alcanza los 600.000 euros.

En esta misma línea, la comunidad de propietarios de la urbanización Carabasí pretende, del mismo modo, volver a reclamar una nueva compensación por las molestias, ya que temen que este tipo de chiringuitos vuelvan a abrir sus puertas en la temporada estival y que no puedan librarse de la música y de las fiestas nocturnas tampoco durante este año.

Aperturas defiende la legalidad de los locales

El Ayuntamiento de Santa Pola ha defendido que la actividad que realizan los chiringuitos en la zona del Cabo se encuentra dentro de la legalidad. El concejal de Aperturas, Antonio Pérez Huerta, ha señalado que el Consistorio "concede permisos a estos locales cada verano porque respetan los horarios y los niveles de música permitidos". En este sentido, el edil del área ha destacado que "hemos obligado a la empresa de ocio ha poner un limitador de sonido, que ha sido revisado por la Policía". Además, según Pérez, el Ayuntamiento ha realizado auditorías para medir los ruidos desde distintos puntos de Gran Alacant y ninguno ha superado los límites. a. f.