El Club de colombicultura Virgen del Mar de Santa Pola ha denunciado el robo esta semana de 25 palomos deportivos de su propiedad que estarían valorados en más de 15.000 euros. La investigación por este nuevo caso de sustracción de animales de competición está en manos de la Guardia Civil para dar con los autores, ya que el saqueo de las aves podría haberse producido para lucrarse con la cría de estos codiciados ejemplares de competición, según los afectados.

De los hechos se tuvo constancia el pasado martes cuando cinco socios de la Peña Trimutaus, vinculada al Club Virgen del Mar, asistieron como de costumbre a la finca cerca del cementerio nuevo, que tienen cedida por el Ayuntamiento para albergar a los ejemplares. El escenario era desolador, según explican, pues la verja que da acceso a uno de los habitáculos donde se resguardan los animales estaba forzada y todas las jaulas abiertas y vacías.

«Nos han robado solo a nosotros, van a hacer daño porque saben que tenemos buenos palomos». Estas son las conclusiones a las que llega Victor Padilla, uno de los afectados y presidente de la Sociedad Virgen del Mar de colombicultura. Expone que en esta finca hay cinco dependencias en las que parte de los sesenta socios del club también guarece a los animales, que según los cálculos puede haber unos 100 ejemplares en total. Casualmente solo forzaron la habitación de esta peña que nació en 2012 donde, al parecer, estaban algunas de las especies más anheladas por la cantidad de competiciones a nivel comarcal, regional y nacional que han ganado, entre las que se encontraban tres crías de «Clixo», el palomo más veterano.

Los afectados sospechan que los ladrones, todavía sin identificar, buscan lucrarse con las crías de los animales y que poco a poco irán apareciendo pues las especies robadas cuentan con la anilla identificativa que debe coincidir con un serial que tiene cada uno de los propietarios por ejemplar, un sistema estricto que regula la entrada en competición de estas aves. Es decir, los animales están muy protegidos y controlados por cuerpos especializados de la Policía Nacional o la Guardia Civil para tratar este tipo de delitos y asegurar que cumplan las condiciones adecuadas.

A los propietarios les apena este robo porque han invertido, sostienen, mucho dinero y tiempo en adiestrar a los palomos, que tienen entre uno y cuatro años de vida. Explican que a pesar de que esta actividad deportiva proviene de la Edad Media, la afición en Santa Pola se afianzó en 1965 cuando se creó el club y poco a poco ha ido buscando el relevo generacional.

Rescate

El último de estos casos de robo se produjo en 2018 cuando la Guardia Civil detuvo desde julio a septiembre a cinco personas en Novelda, Sant Joan d'Alacant y Alicante acusadas de formar parte de un grupo especializado en el secuestro de 81 palomos de competición para exigir después un rescate económico a sus propietarios por unos 56.000 euros, el valor estimado que podrían tener las aves, según apuntó la Comandancia de Alicante en su momento.

Al parecer los detenidos estudiaban a las víctimas previamente vigilando a los clubes.