La reforma integral del Mercado de Abastos de Crevillent tendrá que ejecutarse a partir del 2020 ya que el equipo de gobierno se queda sin tiempo para presentar proyecto antes de que acabe el año. La inversión de 1,2 millones de euros estaba prevista dentro de las inversiones financieramente sostenibles que ya preparó el anterior ejecutivo del PP con el apoyo del resto de grupos, y que en mayo aprobaron en pleno una modificación de créditos para sacarlo adelante. Ese montante no podrá llevarse a la práctica este año porque el plazo para justificar la adjudicación de la obra finaliza el 31 de diciembre y por el momento no se ha iniciado la licitación para redactarlo, por lo que desde el ejecutivo descartan que puedan llegar a tiempo.

Aunque todo este tiempo se ha hablado de externalizar la redacción, que no se descarta, desde la Concejalía de Hacienda señalan que podrían asumirla los técnicos municipales, y la remodelación estará incluida en una partida para los próximos presupuestos, que siguen elaborándose y que según las estimaciones del ejecutivo se presentarán antes de acabar el año.

Con ello, los plazos se extenderán y el montante de más de un millón del superávit para esta actuación irá a amortizar deuda y como remanente de Tesorería, al igual que otros casi dos millones de euros fruto de este exceso de ingresos en el ejercicio anterior. El equipo de gobierno achaca este aplazamiento a la falta de personal municipal y también a la carga de trabajo de los técnicos durante estos cuatro meses.

Modificaciones

Explican, además, que deben analizar minuciosamente el proyecto, que podría sufrir modificaciones a la idea original, teniendo en cuenta que el Ayuntamiento firmó con la Cooperativa Eléctrica una cesión para instalar placas solares, por lo que el tipo de techumbre podría variar, según avanzan desde el equipo de gobierno, ya que una de las prioridades es la retirada de las placas de fibrocemento de la cubierta, como ya planteaban grupos como Compromís cuando estaban en la oposición mediante una moción, que fue aprobada para este fin y también para dotar de más accesibilidad al edificio con un ascensor que comunique con las distintas plantas.

Aún y así, en los últimos meses se han producido reuniones con comerciantes y más asociaciones pero no se ha abierto un debate sobre qué usos concretos podría tener este inmueble. En el anterior mandato se hablaba de abrir al sector hostelero el espacio del Mercado, y aunque se mantendría la esencia de la alimentación, habría incentivos para atraer a nuevos públicos con negocios derivados de la restauración con zonas de tapeo, por ejemplo, que potenciaría que se instalasen más emprendedores para relanzar el edificio municipal en el que hay varios puestos cerrados.