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Antonio Amorós
Ver galería >Para los amantes de las mascotas acudir a la cala dels Gossets de Santa Pola puede convertirse en un momento mágico. Cuando aprieta el calor los canes se animan a entrar al agua, y sus dueños van detrás para disfrutar de un chapuzón. Otros usuarios se quedan en la orilla sonriendo o incluso embobados viendo cómo los de cuatro patas corretean en libertad.
Antonio Amorós
Para los amantes de las mascotas acudir a la cala dels Gossets de Santa Pola puede convertirse en un momento mágico. Cuando aprieta el calor los canes se animan a entrar al agua, y sus dueños van detrás para disfrutar de un chapuzón. Otros usuarios se quedan en la orilla sonriendo o incluso embobados viendo cómo los de cuatro patas corretean en libertad.
Para los amantes de las mascotas acudir a la cala dels Gossets de Santa Pola puede convertirse en un momento mágico. Cuando aprieta el calor los canes se animan a entrar al agua, y sus dueños van detrás para disfrutar de un chapuzón. Otros usuarios se quedan en la orilla sonriendo o incluso embobados viendo cómo los de cuatro patas corretean en libertad.
Para los amantes de las mascotas acudir a la cala dels Gossets de Santa Pola puede convertirse en un momento mágico. Cuando aprieta el calor los canes se animan a entrar al agua, y sus dueños van detrás para disfrutar de un chapuzón. Otros usuarios se quedan en la orilla sonriendo o incluso embobados viendo cómo los de cuatro patas corretean en libertad.
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