Conocer la realidad del tráfico y de las emisiones en tiempo real, para que se puedan tomar las decisiones oportunas en función de las diferentes situaciones, al tiempo que se pueda mejorar la eficiencia energética y la salud de la población, es el objetivo de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que impulsa el Ayuntamiento de Alicante. Se pretende posibilitar un cambio en la movilidad dentro de una zona de la ciudad definida por el interior del anillo de la Gran Vía, con el fin de contar con un sistema de monitorización y gestión del tráfico que a partir de los resultados de las mediciones permita mejorar la calidad del aire, mitigar el cambio climático, favorecer la eficiencia energética y posibilite un modelo de transporte más sostenible.

En general, el conjunto de actuaciones que se enmarcan en este ambicioso plan, que poco a poco parece que va viendo la luz , es «impulsar un cambio en la movilidad dentro de una zona de la ciudad definida por el interior del anillo de la Gran Vía, con el fin de contar con un sistema de monitorización y gestión del tráfico en la ciudad que a partir de los resultados de las mediciones nos permita alcanzar diferentes objetivos», explican desde el Ayuntamiento. La mejora de la calidad del aire y la salud de los ciudadanos reduciendo las emisiones de contaminantes atmosféricos, así como el ruido generado por los vehículos; la contribución a la mitigación del cambio climático, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero; el cambio modal hacia modos de transporte más sostenibles, promocionando la movilidad activa y la recuperación de espacio público; y el impulso de la eficiencia energética en el uso de los medios de transporte, de manera demostrable y cuantificable, contribuyendo, entre otros, a la electrificación del mismo, son los propósitos de la implantación de la ZBE.

Desde el Ayuntamiento tienen claro que aunque Alicante «no tiene un problema en cuanto a niveles de contaminación atmosférica, por ello, el objetivo general del proyecto no es la restricción de la movilidad sino la monitorización, la medición y toma de datos sobre el tráfico que permita la adopción de otras medidas en caso necesario».

A partir de la experiencia que Alicante tiene en materia de gestión y control del tráfico, con proyectos ya implantados de redistribución de acceso al tráfico rodado en el casco antiguo y el proyecto de gestión de la movilidad «Alicante se mueve», «nos planteamos la ampliación del sistema de control y gestión de tráfico en la ciudad por medio de la instalación de una amplia red de sensores, como cámaras y sensores ambientales, que permitan conocer la situación del tráfico, su evolución , la previsión de problemas y la simulación de escenarios y el cálculo de sus emisiones, por medio de una plataforma informática de gestión que estará a disposición de los servicios municipales interesados», subrayan desde el Ayuntamiento.

Los datos del proyecto

La superficie de la ZBE -el anillo de Gran Vía- será de 7,49 Km2, lo que corresponde a un 19,4 % de la superficie del municipio. Afectará a un total de 22 barrios de Alicante con una población residente 157.498 habitantes. El parque móvil de Alicante es de 235.531 vehículos, con un índice de motorización de 698 vehículos por cada 1.000 habitantes, y el parque de vehículos en la zona definida como ZBE supera los 100.000. Solo contando los vehículos de la ZBE supondrían un total de emisiones de 163.042 Toneladas de CO2 al año, sin contar todos los vehículos que acceden por trabajo, gestiones, ocio, etcétera a la ZBE.

El presupuesto total del ambicioso proyecto, incluyendo medidas complementarias, es de 37.195.893 euros de los que 15.038.190 es la parte subvencionada.

Con la finalidad de conseguir el cambio modal en el transporte de Alicante y favorecer la implantación de la Zona de Bajas Emisiones de Alicante, se recogieron una serie de actuaciones complementarias en la Memoria Técnica y Financiera presentada por el Ayuntamiento de Alicante, en septiembre de 2021, en el marco del programa de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano. Estas medidas son calmado del tráfico y mejora de la movilidad sostenible en los ejes Gadea-Federico Soto-General Marvá y Paseo de los Mártires de la Libertad, actuaciones de peatonalización en el entorno del Centro Tradicional, adquisición de vehículos eléctricos de transporte público, instalación de sistemas de recarga de autobuses eléctricos en cocheras municipales y acondicionamiento de la Avenida de Aguilera para implantación de carril bus exclusivo, entre otras.

La peatonalización en el entorno del Centro Tradicional se encuentra ya en fase de ejecución, y la mayoría de las actuaciones se encuentran en fase de licitación o lo estarán en breve. Hay que tener en cuenta que el 31 de diciembre de 2023 tiene que estar todas las actuaciones adjudicadas, según marcan las directrices europeas para poder acceder a las ayudas, y en un par de años más tendrá que estar todo ejecutado.

Ayudas

De los proyectos contemplados en el Plan de la Zona de Bajas Emisiones del Ayuntamiento de Alicante, el que más ayuda recibe es el de peatonalización en el entorno del Centro Tradicional, que ya está en marcha, con una aportación de 3,2 millones de euros. Le siguen la aplicación de medidas de calmado de tráfico y mejora de la movilidad sostenible en los ejes Gadea-Federico Soto (3,2 millones), la adquisición de vehículos eléctricos de transporte público (2,5 millones) y la implantación de la zona de bajas emisiones en el anillo de la Gran Vía (2,2 millones).

Los otros cuatro proyectos beneficiarios de estos fondos del Plan de Recuperación de la CE son la digitalización del transporte público con pago y SAE vinculado a «Alicante se mueve» (1,7 millones), la instalación de sistemas de recarga de autobuses eléctricos en cocheras municipales (1,5 millones), el acondicionamiento de la avenida de Aguilera para la implantación de carril bus exclusivo (297.000 euros) y la regulación de la distribución urbana de mercancías (DUM) en esta zona de bajas emisiones (202.500 euros). El presidente de la comisión no permanente del Pleno sobre Fondos Europeos del Ayuntamiento, Antonio Peral, destaca que, a diferencia de otros ayuntamientos «nosotros hemos sido bastante osados al presentar tantos proyectos»

Para Peral, «se trata de eliminar el máximo de contaminación, medir esa contaminación para conocer los niveles en cada momento y esas alarmas que se puedan generar, a través de ese sistema de control del anillo que se va a establecer en Gran Vía, permita conocer el nivel de polución que se genere en cada momento». «De momento no prevemos ninguna medida restrictiva más allá de lo que establezca el Gobierno central en su momento», añade. Lo que se pretende es hacer la ciudad más habitable, con mas carriles bicis, más carriles bus, para hacerla más habitable, más amable y sacar el tráfico del centro para evitar la contaminación».