Los redactores del Plan de Transporte Urbano Sostenible de Benidorm también tienen sobre la mesa un reto en el que Ayuntamiento, hoteleros y empresas de autobuses llevan meses trabajando: aportar soluciones efectivas para descongestionar el tránsito de los cerca de 150 autobuses discrecionales que discurren diariamente por el centro de Benidorm, principalmente por vías como Almendros o Ruzafa. Dentro de este catálogo de medidas que proponen en su informe figura la creación de dos nuevas paradas para cargar o descargar viajeros, que se sumarían a las 17 ya existentes en distintos puntos de la ciudad. Las nuevas se ubicarían en la avenida de Jaime I y en la calle del Alcalde José Such Ortega, que discurre en paralelo al Parque de Elche y hacia las cuales los expertos consideran que se podría desviar parte de los vehículos que actualmente paran en Almendros, el vial que más presión soporta, principalmente, los sábados.

Igualmente, el concejal de Movilidad explicó ayer que tanto el gobierno local como el representante del grupo Ciudadanos (Cs) en el Consejo de Movilidad plantearon a los redactores del informe datos sobre el tráfico de autobuses de transporte de pasajeros a hoteles y de excursiones regladas, del que corresponde a las excursiones no regladas -los denominados «manteros»-. Para gestionar el tránsito de los primeros, el documento habla de «controles de acceso» y de planificar, conjuntamente con los hoteles y las empresas de transporte, las llegadas de dichos autobuses para que el tráfico sea lo más fluido posible. Asimismo, apela a «limitar el tiempo de estancia» de los buses en las paradas o desviarlos a aparcamientos disuasorios si confluyen a la vez distintos autobuses, entre otras propuestas.