Los hoteleros asociados a la patronal Hosbec insisten en su petición de un abono anual para los residentes en el entorno de la AP-7 y rechazan su liberalización «a las bravas», ante el término de la concesión a final de año. También urgen al Ministerio de Fomento a poner soluciones al «indigno» AVE Madrid-Alicante, a pesar de ser «de las líneas más rentables». Éstas son algunas de las reivindicaciones al nuevo Gobierno, si finalmente se constituye, que el presidente de la patronal, Antonio Mayor, y otros miembros de Hosbec plantearon ayer en un desayuno informativo celebrado en València, del que se hicieron eco ayer distintas agencias, con el objetivo de procurar un escenario favorable para el turismo.

En el caso de la Autopista del Mediterráneo la postura de Hosbec no ha variado ni un ápice desde hace meses. Los hoteleros quieren que haya una bonificación «casi total» para los residentes y trabajadores que la utilizan de forma habitual. Pero rechazan que pueda convertirse en una prolongación de la A-7 o la A-31, «con todos sus problemas de tráfico, saturación, inseguridad y falta de mantenimiento». Esta situación se vería agravada, para Hosbec, por «el absoluto colapso del 'by-pass' de Alicante, una ratonera que necesita duplicar su capacidad con dos carriles adicionales por sentido, como otras capitales con una importancia turística similar».

Los hoteleros rechazan así un tráfico «idílico y gratis» con la gratuidad de la AP-7, al poder llegar a «duplicar la congestión y generar problemas para llegar al aeropuerto» de Alicante-Elche, ya que creen que sería perjudicial «poner esa barrera entre Benidorm y el AVE. Con ese dinero se podría empezar a hacer el Tren de la Costa», ha reivindicado el titular de la patronal.

En definitiva, Hosbec defiende que la AP-7 es «la única vía de transporte rápida entre la Marina Baixa y Alta y Alicante» y denuncia que «la inversión pública se ha desviado a lugares mucho menos productivos, cuando esta es la zona más valiosa y fértil turística e inmobiliariamente hablando de la Comunidad».

Lo «peor», a juicio de la patronal, es que «no se espera ninguna inversión frente a otros territorios tremendamente privilegiados», con lo que comparte «el hartazgo ciudadano por pagar el uso de una vía que muchos otros disfrutan gratis». Eso sí, considera que la situación cambia de València hacia el norte, un tramo donde la liberalización de la autopista «no solo es posible, sino también aconsejable».

La nueva reivindicación de Hosbec sobre el mantenimiento del peaje en la AP-7 se produce una semana después de que el Gobierno central y la Generalitat Valenciana volvieran a confirmar que circular por la autopista será gratis a partir del 1 de enero de 2020, cuando finaliza la concesión a la empresa que actualmente la gestiona. O, en las propias palabras del secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Julián López Milla: «Será una vía totalmente libre de peaje entre Alicante y Barcelona. Para que nos entendamos, como la autovía A-31».

En este sentido, López Milla explicó que una vez se «levanten las barreras» de la AP-7 a partir del 1 de enero de 2020 «será un peaje libre para todo tipo de vehículos, no habrá peaje blando y en el ministerio ya estamos trabajando en las obras que habrá que acometer ante la previsión de aumento del tráfico, sobre todo de vehículos pesados. Por ejemplo, un refuerzo del firme y la habilitación de algún carril adicional, pero todo esto se acometerá a partir del 1 de enero de 2020 y según los resultados del estudio de tráficos que se ha encargado».

«No somos Barcelona o Palma»

La patronal turística aprovechó también su encuentro con los medios en València para mostrar una vez más su rechazo a la tasa turística que plantean algunos partidos que están en el Consell, como Podemos o algunos sectores dentro de Compromís. Para Hosbec, la aplicación de un impuesto al turista dejaría en situación de «desventaja» a ciudades como València o Benidorm frente a otros destinos nacionales: «No podemos competir con Barcelona o Palma, ni estamos en la misma liga que París o Londres», afirmó la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes.

Los empresarios turísticos consideran que la misma podría «espantar a los turistas», al mandar «un mensaje de saturación y 'turismofobia' de la Comunidad, que debería ser sinónimo de hospitalidad y 'tourist-friendly'».