El Ayuntamiento de Finestrat quiere evitar que las gasolineras low cost acaben por copar el bulevar comercial de la localidad. Y, para ello, va a modificar su normativa urbanística para frenar la proliferación de este tipo de negocios en una de las zonas de mayor tránsito de vehículos del municipio y del conjunto de la comarca, donde se concentra no sólo el único gran centro comercial de la Marina Baixa sino también grandes superficies de marcas como Decathlon, Leroy Merlin, Media Markt, el Outlet de El Corte Inglés, Porcelanosa o Maison du Monde, así como restaurantes y supermercados de las principales cadenas nacionales e internacionales.

Este endurecimiento de los requisitos se acordó en el último pleno municipal celebrado en la localidad, mediante la que será la modificación puntual número 16 de las Normas Subsidiarias del planeamiento de Finestrat. El pleno también aprobó la suspensión temporal de nuevas licencias durante el periodo en que tarde en tramitarse la redacción y aprobación de esta regulación, que se aplicará en todo el entorno del polígono industrial.

Vista aérea de la zona, donde se concentran decenas de grandes superficies. | DAVID REVENGA

Fuentes municipales explicaron ayer que entre los cambios que se prevé regular ahora está el ámbito de posible implantación, clase de suelo y las condiciones a las que se deben ajustar. Concretamente, las nuevas condiciones prohibirán la instalación de estaciones de repostaje en suelo urbano de uso residencial para que únicamente sean posibles en suelo de uso industrial, terciario y no urbanizable. Además, las nuevas gasolineras deberán tener una parcela mínima 1.000m2 en suelo urbano, así como un informe favorable de movilidad y tráfico.

Igualmente, el Ayuntamiento también regulará otros servicios complementarios, como los lavaderos de vehículos; las tiendas o cafeterías, con un máximo de extensión de 50m2; aparcamiento de al menos de 5 plazas de vehículos en la misma parcela y un mínimo de dos aseos, uno al menos que cumplan con los requisitos de movilidad y accesibilidad. Y, por último, también se exigirá la presentación de una memoria ambiental que justifique los posibles efectos y las medidas correctoras. En definitiva, que los nuevos negocios de gasolineras tengan algún añadido que garantice la creación de empleo y de valor añadido a la oferta ya existente.

El concejal de Urbanismo, Víctor Darío Llinares, recordó que con la expansión y el crecimiento del bulevar comercial, ha crecido la demanda de licencias para gasolineras y que ahora el Ayuntamiento quiere «modificar los requisitos porque entendemos que ya hay una concentración significativa de este tipo de estaciones y queremos evitar es que proliferen sin una normativa clara y reguladora». No en vano, en esta zona hay al menos media docena de estaciones de combustible, la mayoría de las cuales han abierto en los últimos tiempos. El edil agregó que con esta regulación se persigue principalmente «evitar una mayor concentración que pueda afectar a la seguridad por los riesgos que conlleva: desde posibles siniestros, mucho más tránsito y la consiguiente contaminación ambiental o el peligro que supone el transporte de mercancías peligrosas».