Venimos de una sociedad rígida, con unas creencias enraizadas y unas normas muy estructuradas, donde todo se pretendía controlar desde el poder a través de una polaridad basada en el bien y el mal, la virtud y el pecado. Pero en la era global y debido a la tecnología y la hiperconectividad, nos estamos transformando en una sociedad líquida, donde los cambios son vertiginosos y cada día existe una mayor diversidad.

En este concepto de modernidad líquida que plantea el sociólogo Zygmunt Bauman, aquellas personas que sean rígidas en sus planteamientos, que no estén dispuestas a tener cintura ante el cambio, que no sepan driblar o que se empeñen en mantener una estrechez de miras asfixiante, tienen todas las papeletas para frustarse y por tanto vivir en el enfado, la ansiedad o la depresión.

Todos sabemos qué ha ocurrido cuando muchas personas frustradas se unen y sería muy triste volver a rememorar locuras inhumanas vividas hace 75 años.

La frustración viene dada por la no adaptación a las cosas tal y como son. Por lo que, si hoy no te transformas en un ser flexible, vas a sufrir y vas a hacer sufrir a los demás.

Image by Angélica Paez

Cuando hablo de flexibilidad no hablo de laxitud, no hablo de resignación ni de debilidad, me refiero a una característica necesaria para las personas de nuestro tiempo, la maleabilidad.

Por si no lo sabes, el trabajo para toda la vida rápidamente está mutando hacia una leyenda mitológica del pasado, y si me apuras la pareja para toda la vida también va camino de ello.

Cada vez vivimos más y las estructuras son más cambiantes. Como expresa muy bien mi amiga periodista Raquel Roca en su libro ‘Knowmads, los trabajadores del futuro’, o aprendes a resetear las ideas y costumbres que se han quedado obsoletas en el ecosistema laboral actual o eso mismo, te quedarás obsoleto.

Desde la invención de la imprenta no ha habido una revolución cultural tan potente como la que ahora estamos viviendo gracias a internet. Aprovecha esa malla que se te brinda para aprender de lo que sea que te apetezca en diferentes áreas.

La flexibilidad te permite profundizar en eso que todos somos pero que no todos nos atrevemos a reconocer. Como personas del siglo XXI estamos llamados a ser polifacéticos y polivalentes y quien no lo reconozca y no se esfuerce en potenciar esta característica necesaria para el nuevo hombre lo va a pasar mal en breve.

Si quieres llevar una vida satisfactoria y en conexión con la Fuente trabaja por ser más flexible y no solo a nivel intelectual, también a nivel emocional y físico. Un cuerpo flexible está mejor preparado para tener ideas flexibles y al mismo tiempo una buena gestión de tus emociones te permite una mayor flexibilidad vital.

Haz por tener una postura física y mental flexible y transitarás con mayor fluidez por el río de tu vida.

Master en incertidumbre

Ese río, a medida que lo vas descendiendo rumbo al mar irá proporcionándote diferentes pasajes. Habrá zonas en que se estrecha, otras en las que reinará un apacible remanso, habrá momentos en que los rápidos te llevarán sin control y habrá ocasiones en que te asomas a cascadas gigantes que te encogen el corazón de miedo: Bienvenido al arte de vivir en la incertidumbre.

Lo único que puedes hacer frente al cambio es prepararte, adiestrarte en las herramientas que te permitan trabajar tu flexibilidad para, llegado el momento, encajar cualquier vicisitud que la vida te ponga por delante.

Master en responsabilidad

Una de las claves para ser flexible es tener bien claro cómo quieres que sea tu vida, qué propósito tiene, qué metas. Cuanto más vívida sea la visión que tienes sobre tu vida, más sencillo será que tu flexibilidad no derive en mera complacencia.

El mejor aliado de la flexibilidad es la responsabilidad personal. Adáptate a lo que no puedes cambiar, pero aquello que puedes cambiar para acercarte a tu meta, eso, hazlo desde tu responsabilidad personal y como protagonista que eres de tu película. No te contentes con ser un mero espectador.

Ser flexible te va a permitir disfrutar mucho más de toda la riqueza de esta sociedad en la que te ha tocado vivir. Una sociedad multiracial, multicultural, con diversidad funcional, diversidad sexual, diversidad lingüística… pero en la que todo cabe, siempre que se respete, desde la flexibilidad, la verdad del otro.

Manera 78 de conectarse a la Fuente: Sé flexible.

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