Hay series en las que el problema no es si son aburridas o no. Es que simplemente no las soportas. Eres incapaz de terminar un capítulo porque te da absolutamente lo mismo lo que le ocurra a sus protagonistas y todos los esfuerzos de los guionistas para hacer que empatices con ellos no hacen más que sacarte aún más de quicio. Todo el mundo tiene alguna serie que detesta y la falta de empatía con sus protagonistas puede ser un motivo para hacerlo. Otro factor que para mí influye es constatar que, pese a su dudosa calidad, ahí siguen años y años en antena, intocables, mientras que tus series favoritas fueron canceladas a los pocos capítulos porque los programadores las pusieron en prime time y no cubrieron las expectavtivas creadas. Lo peor de todo es que alguna de ellas todavía se sigue reponiendo una y otra vez, a pesar de que hace años ya que terminaron, y hay hasta quienes osan hablar bien de ellas. En algunos casos su supervivencia se ha debido a que nadie esperaba nada de ellas y allí están llenando un hueco, sin molestar a nadie. Salvo a mí claro, pensando en lo que se podía emitir en ese hueco desaprovechado. ¿Saben cuántas series de calidad hay que jamás se han emitido en España? Hay muchos ejemplos de series de culto de las que sólo se rodaron 13 episodios y fueron canceladas, para convertirse en éxito tras su final. Los seguidores seguían viendo los pocos episodios rodados una y otra vez, sin saber qué hubiera pasado en el caso de que hubieran continuado.

Cada uno tendrá su top ten de serie más odiadas, pero aquí viene el mío. Al repasarla me doy cuenta de que hay más series clásicas que actuales, por lo que debe ser cierto eso de que se hacen mejores series de televisión ahora que antes.

10) Las Vegas. Al rebufo de CSI, ésta comenzó tres años después que la de Grisson y sus muchachos de la policía científica. Aquí se nos cuentan las peripecias del equipo de seguridad de un casino de la ciudad del juego, encabezados por el veterano James Caan que protagonizó hasta la cuarta temporada. En la quinta y última fue relevado por Tom Selleck. Nunca ha sido un bombazo de audiencia pero tampoco ha conseguido engancharme jamás. Las historias que contaban me aburrían y no paraba de preguntarme cómo había caído tan bajo un actor como James Caan. A pesar de todo, ha llegado a los 105 episodios y hay quien la considera una serie entretenida.

9) Tropical Heat: ¿En serio voy a tener que explicarlo?, ¿habéis visto esa coleta y esa camisa hawaiana del protagonista? El ejemplo claro de que los 90 también tuvieron sus macarras. Hace un año salió la noticia de que su protagonista, el actor Rob Stewart, había tenido que volver a casa de sus padres tras quedarse en el paro y en esa situación se enteró de que en Serbia lleva años siendo considerado como un héroe nacional. Sin comentarios. La cosa duró tres temporadas pero alguna cadena privada todavía osa seguir poniendo algún capítulo.

8) Médico de familia: Algún día la historia sabrá decir cuánto daño hizo a la televisión española esta serie. Cuatro temporadas y 119 episodios que engancharon durante los 90 a millones de espectadores frente a la pantalla amiga. Encontrarse con productos de ficción televisiva que superan en calidad a películas de la gran pantalla fue una fórmula que ya empezó a despuntar en aquella década. En todo el mundo, el público empezaba a devorar series de televisión. Mientras en España, las cadenas se aferraron al modelo de Médico de Familia, repitiendo los mismos clichés, sin arriesgar, ni explorar nada nuevo. Sólo muy recientemente algunos han caído del guindo y han empezado a hacer series de producción propia que tratan de superar los canones impuestos durante años por la familia de ficción creada por Emilio Aragón.

7) Andromeda: En sus créditos aparece Gene Roddenberry, el creador de Star Trek, como uno de sus artífices. Es normal que quien la haya visto, sin saber nada del universo trekkie, luego no quiera ver nada que lleve el nombre de Roddenberry ni en pintura. Cuenta las aventuras del capitán de una nave espacial que se vio atrapada en un agujero negro y aparece 300 años en el futuro. El protagonista de la función es Kevin Sorbo, que ya encarnó a Hércules en otra serie infame de los 90, con lo que con eso ya está dicho todo. Ninguna de las tramas tiene pies ni cabeza y a medida que avanza la serie todo es un ir sin cuesta abajo y sin frenos: Bandazos de argumento, cambiando a los personajes y las tramas, sin entender qué era exactamente lo que prentedían contar. A pesar de todo aguantó cinco temporadas y 110 episodios.

6) El equipo A: Lo admito. Nunca he aguantado al Equipo A. Leo artículos que miran esta serie desde la nostalgia y hace poco Hollywood hasta la llevó a la gran pantalla. Las críticas la pusieron a caldo y alguno se rasgaba las vestiduras al compararla con la serie. Pero, digo yo, ¿es que la serie fue buena alguna vez? Ni siquiera la pegadiza banda sonora de la serie llegaba a emocionarme. Tampoco la presencia de un actor tan consagrado como George Peppard. Todos los episodios eran exactamente iguales, así que las historias de este grupo de mercenarios que acababa defendiendo a los más débiles nunca me interesaron. Siempre empezaban con la presentación del conflicto en el que los habitantes de un pueblo pedían los servicios del equipo para enfrentarse a los poderosos de turno. Reunir al equipo suponía ayudar al loco Murdock a escapar del psiquiátrico y anestesiar a Mister T para que subiera a un avión, ya que le daba pánico volar. Un par de machadas frente a los malos de George Peppard, una sonrisa de hora del guaperas de Dick Bennedict y el enfrentamiento final. Un total de 96 episodios y cinco temporadas, en la que a todos llamaba la atención cómo en los tiroteos con los que acababa cada episodio no había ni un solo muerto. Los malos salían de coches que acababan de pegar cinco vueltas de campana, quitándose el polvo como si nada. Esta ausencia de violencia posiblemente buscaba más el que la serie fuera apta para todos los públicos que no ideas supuestamente pacifistas de sus productores.

Y por hoy, esto es todo. Próximamente, el top 5.