Tulsa King ha sido uno de los títulos de peso con los que SkyShowtime desembarcó en España hace ya poco menos de dos meses. Una serie de gangsters, cuya primera temporada ha terminado esta semana en la plataforma y que ha basculado entre la comedia y las intrigas mafiosas. Como reclamos, Sylvester Stallone en el papel de protagonista; y, entre sus guionistas, Terence Winter, uno de los escritores de Los Soprano. El que fuera una de las grandes estrellas del cine de acción de los 80 y los 90, interpreta aquí a un capo de la mafia, Dwight Manfredi, que, al salir en libertad tras 25 años en prisión, es desterrado por sus jefes a la ciudad de Tulsa. Consciente de que se encuentra en el ocaso de su vida, Dwight quiere dejar su propia huella en el mundo y trata de crear su propia organización en un lugar que podríamos considerar como la América vaciada y muy poco acostumbrada al modo de funcionar de la cosa nostra.

Dwight Manfredi, alias el General, irrumpe como un elefante en una cacharrería en la tranquila ciudad sita en el estado de Oklahoma, donde se sentirá como pez fuera del agua. El modo de vida de Tulsa no tiene nada que ver con el de Nueva York y el mundo que Dwight conoce tampoco es ya el mismo. Es un criminal a la antigua usanza, de ésos que tenían principios y un particular código de honor, con formas de comportarse que han quedado desfasadas.

Algo que recuerda a uno de los fiascos de la carrera de Stallone, Demolition Man, donde interpretaba a un policía que pasaba 36 años criogenizado y que era despertado para perseguir a otro criminal de su época, en una sociedad que ya no era la suya y que era una especie de homenaje a Un Mundo Feliz de Aldous Huxley. Tras su llegada a Tulsa, Dwight no tarda en chocar con una banda de moteros que era la que manejaba el cotarro hasta ahora. A lo largo de estos episodios, hemos visto cómo Dwight ha logrado reclutar a su particular familia, incluso con un giro en el primer episodio muy similar al que hubo en el piloto de Anatomía de Grey. En estos nueve episodios, ha reunido al equipo más insospechado para tratar de adaptarse a un entorno extraño. La serie ha ido alejándose más de su faceta más cómica y se ha ido poniendo cada vez más seria. La segunda temporada parece que estará centrada en el enfrentamiento entre Dwight y sus antiguos jefes de Nueva York.

El cine de Stallone está asociado a personajes como Rocky o Rambo, pero a lo largo de su carrera siempre ha estado detrás de más que notables filmes de mafiosos, con títulos como FIST, La cocina del infierno o el interesante thriller Copland. A pesar de todo, interpretar a un gángster era una de los papeles que tenía pendientes en su lista. Para aquellos a los que el pretendido tono cómico pueda echarles hacia atrás, en Tulsa King hay más de la esencia de estas reivindicables películas que de la tontería aquella que hizo el actor en los 90 titulada "Alto o mi madre dispara". Stallone ha cerrado de forma satisfactoria su debut televisivo.

Tulsa King se apoya en la pluma de dos pesos pesados de la industria televisiva como Taylor Sheridan y Terence Winter. Como decíamos al inicio, este último era el showrunner y fue uno de los guionistas salidos de la factoría de Los Soprano, uno de los títulos míticos de HBO que ayudaron a dejar desfasadas expresiones como pequeña pantalla o caja tonta para referirse a la televisión. Los Soprano marcó un antes y un después en la historia de las series. Unos años después, Winter pudo crear también para HBO de la mano de Martin Scorsese otro lujoso retrato sobre la historia del crimen organizado ambientado a comienzos del siglo XX, Boardwalk Empire.

El argumento de Tulsa King recuerda mucho al de la que fue la primera serie de Netflix. Lillyhammer se apoyaba también en el legado de Los Soprano, ya que estaba protagonizada por uno de sus actores. Steve van Zandt interpretaba a un capo mafioso que se establecía en un pequeño pueblo de Noruega. Los modos y hábitos del mafioso contrastaban con las costumbres y personalidad de los vecinos, generando los momentos cómicos. La serie fue en éxito, durando hasta tres temporadas y abrió el camino a House of Cards y Orange is the new black.

El segundo de los pesos pesados tras la producción de Tulsa King es Taylor Sheridan, el niño mimado de SkyShowtime y uno de sus guionistas estrella tras el éxito de Yellowstone y sus precuelas. Junto a la serie de Stallone y la franquicia de los Dutton, otro de los títulos más interesantes de la nueva plataforma también lleva su sello: El alcalde de Kingstown. La trama se sitúa en esta ciudad de Michigan donde la principal actividad económica parece girar en torno a la multitud de prisiones privadas que se han levantado en ella. Si Tulsa King era Los Soprano de la plataforma, El alcalde de Kingstown podría ser su particular The Wire, convirtiendo a la ciudad del estado de Michigan que lleva en el título en la Baltimore que se nos mostraba en la serie de David Simon. Jeremy Renner interpreta a Mike McLusky, perteneciente a una familia cuyo negocio es el de mediar entre el mundo del crimen y las autoridades locales para tratar de llevar un poco de orden al caos manteniendo el equilibrio entre el mundo del orden y el del crimen. Su capacidad para moverse en los lugares más turbios les convierten en toda una herramienta para llegar a donde los gobernantes no pueden. Una actividad que suele traspasar los límites legales y que les hace ser merecedores del título de alcalde de la ciudad, porque tienen el verdadero poder.

Para la segunda temporada de Tulsa King todavía no hay fecha de estreno, aunque ya ha perdido a Winter, que se ha desmarcado del proyecto por razones creativas. Este abandono no ha supuesto mayores problemas, porque ha quedado claro que Sheridan es quien manda en la casa. Todavía no hay fecha para el estreno de los nuevos episodios de Tulsa King, pero con este papel Stallone podría tener garantizado un retiro dorado en la televisión.

Paralelamente, el que fuera el principal competidor de Stallone en la gran pantalla, Arnold Schwarzenegger, se prepara para el estreno de su propia serie de televisión, Fubar, que está anunciado para el próximo 25 de mayo en Netflix. Al contrario de Stallone, Arnie ha cogido un papel que recuerda al de uno de sus grandes éxitos en la gran pantalla, Mentiras Arriesgadas, con una trama que mezclará acción y comedia. En esta serie interpretará a un agente de la CIA al borde de la jubilación, que descubre que su hija también es espía y que debe trabajar con ella en una última misión.

Parece que la televisión podría ser el lugar donde Scharzenegger y Stallone podrían acabar sus carreras antes de la jubilación, mientras que Bruce Willis, la estrella que triunfó en los cines tras llegar desde la televisión, estrena ahora su última película, Assassins, después de que sus problemas de salud le obligaran a retirarse.