Si preguntas a una persona acostumbrada a comprar por Internet la primera web que tenga en mente, casi seguro contestará Amazon. Hoy por hoy es el principal protagonista del comercio electrónico tanto en nuestro país como a nivel mundial, exceptuando el continente Asiático donde Alibaba tiene el imperio online asegurado para largo.

La compra online es un hábito que forma parte del consumo de millones y millones de internautas. En España durante el pasado año casi alcanzó los 40.000 millones de euros, con un gran tasa de crecimiento trimestre tras trimestre.

El despegue del comercio electrónico en España está asociado inevitablemente a la evolución Amazon. La empresa que fundó Jeff Bezos en 1994 para vender libros por Internet, en la actualidad es el dominador de la venta online donde se puede comprar casi cualquier cosa: muebles, ropa, componentes electrónicos, juguetes, y hasta coches en algunos países. Con lo que se puede considerar como el mayor centro comercial de la historia accesible para cualquier usuario desde su casa.

Amazon siempre ha tenido una visión clara en su modelo de negocio, ser la tienda online de referencia para cualquier persona. Su política comercial es muy agresiva, ofrecer el producto al menor precio que hay en el mercado, poseer una política de envíos gratuitos con su programa Prime donde es imposible competir para pedidos de poco importe, y encima un sistema de devoluciones donde el cliente siempre tiene la razón, de forma que aunque devuelvas la caja con tierra Amazón te reembolsará el dinero sin preguntar.

Cualquier persona que tiene un negocio online, sabe que esta estrategia solo es asumible con crecimientos exponenciales en la cifra de ventas y diversificando su área de negocio en otros sectores. Por supuesto, estas dos premisas las cumple Amazon.

En la siguiente gráfica se puede ver como el crecimiento de ventas en Amazon es impresionante donde parece que nunca va a tocar techo, en el 2018 facturó la cifra de 232 Billones con b de dólares. Eso sí, el año pasado fue el primer ejercicio donde se pudo apreciar algo de beneficio 10 Billones, seguramente presionado por la cotización en bolsa y por los beneficios obtenidos por otras áreas de negocio donde destacan el alquiler de sus servidores AWS, el cobro por publicidad y uso de sus almacenes logísticos a los vendedores que utilizan su marketplace.

Analizando el anterior gráfico se puede apreciar que Amazon solo obtiene una rentabilidad de 4'2% por su negocio, pero es tal la dimensión de sus cifras que ya da igual si gana mucho dinero o no. Por ejemplo Amazon en Estados Unidos tiene una cuota de mercado del 47% de todas las ventas online del territorio americano. Esto significa que casi la mitad de pedidos se hacen a través de su web.

Evidentemente es un claro signo de oligopolio al que el presidente Trump todavía no sabe como lidiarlo. En Estados Unidos Amazon está en el ojo del huracán por el gobierno, ya que poseer tanta cuota de mercado supone el cierre de muchos negocios y el despido o reconversión de millones de trabajadores a otros sectores. El problema es que el crecimiento de Amazon no suple los puestos de trabajo eliminados, ya que su actividad y almacenes poseen un alto componente de robotización y automatización.

¿Y en Europa están preocupados por Amazon?

Los líderes europeos por el momento solo están preocupados porque Amazon tribute en el país donde genera sus beneficios y no en el paraiso fiscal de Luxemburgo. Pero todavía no tienen previsto como gestionar el fenómeno del oligopolia que irremediablemente se va a repertir en nuestro continente, desvastando negocios y puestos de trabajo.

Para hacernos una idea, vamos a ver lo que representa Amazon en la venta online de España. Recordar que en nuestro país durante el 2018 la cifra del comercio electrónico era cercana a los 40.000 millones de euros. Pues según los últimso datos de Statista, Amazon alcanza una facturación de 4.530 millones, algo más del 11% de la venta online española.

En segundo y tercer lugar, prácticamente casi empatados, encontramos a Aliexpress junto El Corte Inglés. Por esta razón las colaboraciones tan arduas que están llevando a cabo ambas compañías para intentar competir con Amazon.

Mientras el marketplace de Amazon cada vez es más grande, tiene más productos y referencias, los fabricantes ya se saltan la cadena de distribución y empiezan a vender directamente al consumidor final. ¿Llegará Amazon a copar el 50% de las ventas online en España? Pues tiene toda la pinta que sí.

En la década de los 80-90 la aparición de las grandes superficies comerciales hicieron que muchos comercios tradicionales cerraran y algunos pudieron sobrevivir ofreciendo una mejor atención al cliente o especializándose en determinados nichos de mercado. Pues en los próximos años seguramente habrá un cribado de los muchísimos ecommerce que están surgiendo.

La única forma de competir con Amazon, será como antiguamente hicieron los establecimientos físicos, ofrecer una gran atención al cliente y especializarse en sectores concretos como una tienda online de cunas para bebés, la venta de turrones por Internet o cualquier otra gama de productos tan específicos.