Abandonar el pandemónium y visitar el ring de pressing catch todo es uno. La lucha fingida está rodeada de artes nobles, disfraces y llaves de estrangulamiento. Las torceduras pueden llegar a fracturar el cuello.... entonces, sobre la lona excesivamente blanda, a fuer de saltar y rogar y exigir apocalípticamente que el ritual se cumpla, las oraciones elevan el calor del habitáculo: 'Ven, infernal terrestre y celeste, diosa de los trivios, guiadora de la luz, reina de la noche, enemiga del sol, amiga y compañera de las tinieblas. Tú que te alegras con el ladrido de los perros y la sangre derramada, y andas errante en la oscuridad, cerca de los sepulcros. Sedienta de sangre, terror de los mortales, Gorgo, Mormo, luna de las mil formas, ampara mi sacrificio'....
Desde el túnel de vestuarios, una lona camuflada con colores militares, ella aparece medio desnuda contoneándose: ahí está, es reina de la lucha libre, la última guerrera del moderno satanismo, con la fuerza de seis bueyes, el empuje de cien elefantes, Diana, Selene, Hécate, diosa de azufre, garganta profunda, gemelos de hierro, pies diminutos, uñas de gel, ahí está, lleva una rosa perfumada en la mano, una rosa roja que convierte, por arte de birlibirloque, en una serpiente pitón de dos cabezas...........
Apoyo el vaso con café. Tres libros pendientes de subrayar... todavía sufro los estragos deportivos. Demasiado ejercicio. Hablábamos sobre la carne, verbo incógnito. Las vicisitudes de los poros epidérmicos, los roces desagradables del pellejo, los agradables. Hablábamos de caricias y susurros, del Armagedón, del fin del mundo entre batallas... 'aquellos campos están sembrados de muerte, cadáveres de siglos unos contra otros, apilados y abandonados, alimento de alimañas. Y esas alimañas, a su vez muertas, todos mezclados, El maléfico pasó su espada de fuego, jamás creció la hierba verde, jamás...'... temas recurrentes para desarrollar después de una ensaimada adornada con azúcar glasé.
El chaparrón te mojó los pies. Y mi camisa gris de hombre gris que sueña en gris....
Luego me di cuenta como una gota de agua horadaba mi espalda, quemándola, .... tal vez alguna lágrima furtiva de Lucifer.
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