Al principio de este año, apenas un 12% de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana aseguraban no sociabilizar con nadie. Entonces, las medidas restrictivas frente al covid no eran las actuales, ya que el objetivo era «salvar la Navidad». Un mes después, tras irrumpir la tercera ola y endurecerse las limitaciones decretadas desde principalmente la Generalitat Valenciana para combatir la propagación del coronavirus, la cifra se ha triplicado.

Así lo refleja la encuesta realizada por el grupo de trabajo Data Science for Covid-19 de la Generalitat Valenciana, encabezado por la ingeniera Nuria Oliver, donde se asegura que el 35% de los encuestados admite no sociabilizar con nadie, lo que supone un importante incremento dentro de las medidas de distanciamiento social. Por edades, los más estrictos son los más mayores, los que superan los 60 años (el 43% dice no tener relaciones sociales con nadie). En el polo opuesto se sitúan los jóvenes: apenas el 21% afirma no socialibilizar con nadie de su núcleo familiar, lo que supone eso sí el doble que a principios de año. En cambio, ha bajado considerablemente en este último mes de enero la población de la Comunidad que ha dejado de sociabilizar en su casa (con mascarilla), pasando de 28% a un 13%.

Estos datos evidencian un incremento de la distancia social de los ciudadanos de la autonomía desde que a principios de año se endureciesen las medidas para hacer frente a una tercera ola de la pandemia que ha dejado datos desoladores en todo el territorio, con una incidencia acumulada (nuevos casos por cada 100.000 habitantes) desbocada y con unas cifras de muertos muy dolorosas.

Frente al distanciamiento social, la principal esperanza para combatir la pandemia reside en las vacunas. En este aspecto, cada vez son más las personas que se muestran favorables a ponerse la doble dosis para inmunizarse. Si hace tres meses, apenas un 33% de los encuestados apostaba por vacunarse, la cifra actual se ha duplicado. Incluso algo más. A principios de febrero, en la última actualización de la encuesta realizada por el grupo de trabajo Data Science for Covid-19 de la Generalitat, ocho de cada diez personas ya aseguran que se vacunarán cuando les toque. El principal motivo de los que todavía se muestran reacios a las dosis siguen siendo los supuestos efectos secundarios, seguida ya de manera casi testimonial por las dudas en los «motivos» del gobierno.

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Nueva tendencia

En este contexto actual, una tendencia asentada en la encuesta durante las últimas semanas ha cambiado recientemente. Se trata de la curva que representaba a los encuestados que pedían más medidas restrictivas en la Comunidad Valenciana. El pico se alcanzó a finales de enero, coincidiendo con el decreto de cierre total de la hostelería y el cierre perimetral de los grandes municipios para intentar reducir la movilidad. Entonces, hasta el 70% de los preguntados querían más medidas. Esa cifra se situaba en el 46% a principios de diciembre. Luego llegó el puente de la Constitución y, sobre todo, la Navidad, y la población empezó a reclamar más limitaciones para hacer frente al coronavirus. Sin embargo, ese continuo crecimiento se frenó hace apenas dos semanas, quedándose ahora en el 66% de los encuestados, frente al 70% registrado quince días antes en el total de la Comunidad Valenciana. Esa tendencia decreciente se contrapone con el aumento incipiente de las personas que consideran que las medidas actuales son «suficientes».