Un bólido meteórico cruzo en la tarde-noche de ayer sábado, 23 de diciembre, la Península Ibérica, donde fue captado por numerosas cámaras. La bola de fuego, de gran intensidad lumínica, era de color verdoso debido a la presencia de silicatos máficos en su composición, según ha develado la Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (SPMN-CSI). Pese a la enorme magnitud del bólido, que fue visible cuando se encontraba a una altura superior a los 300 kilómetros, se extinguió sin formar meteoritos. El bólido era de origen cometario.