E l director del Departamento de Cine de la Conferencia Episcopal Española (CEE);, Juan Orellana, criticó ayer que la película «Teresa: El cuerpo de Cristo», que se rodó en parte en los estudios alicantinos de Ciudad de la Luz, muestre «la aproximación mística de Santa Teresa a la figura de Cristo como una relación carnal». «La aproximación mística de Santa Teresa a la figura de Cristo como una aproximación carnal roza el límite de lo aceptable cuando recalca el contacto físico y casi sensual entre el personaje de Cristo y el de Santa Teresa», aseguró Orellana en una entrevista a Europa Press. Según el crítico de cine religioso, «irritará con razón a ciertas sensibilidades y a muchos estudiosos de la historia teresiana, por esta visión exclusivamente materialista de la experiencia mística».

Sin embargo, afirma que el filme «en ningún momento es ofensivo» y que el cartel con el que se presenta - la mano yagada del Crucificado sobre el hombro desnudo de la santa - es «sólo una provocación» y «no representa para nada el tono general» de la película. Asimismo, aseguró que tanto el director y guionista del filme, Ray Loriga, como la actriz Paz Vega «no llegan a sintonizar ni a entender» la figura de la santa.

«El director ha intentado hacer una aproximación a Santa Teresa desde un planteamiento feminista, como una mujer que se adelanta a su tiempo, pero no desde lo que es el núcleo de la experiencia cristiana, es decir, por qué ella es una santa o una mística», explicó.

En este sentido, añadió que pese a que Paz Vega ha hecho «un gran esfuerzo» por entrar en el personaje, «no acaba de sintonizar ni empatizar del todo con la vida y el pensamiento de Santa Teresa», ya que en los arrebatos místicos, como si se tratara de orgasmos sexuales, «se nota que la actriz no entiende de qué se trata y por qué le pasan esas cosas». Por otra parte, señaló que «es difícil» que esta película, que se estrenará al final el próximo 9 de marzo, funcione en taquilla, al sostener que el público no católico «no encontrará ningún punto de interés» y los católicos «la rechazarán por sus puntos más problemáticos». «Al final no se sabe muy bien a quién va dirigida», concluyó.

No es la primera crítica que llega de la Iglesia sobre esta cinta. Cuando la película estaba aún en fase de preparación, el obispo de Tarazona, Demetrio Fernández, escribió una carta de protesta porque, según su opinión, mostraba a la santa de Ávila «como morbosamente sexy». Este obispo comentaba que «quienes hacen estas propuestas descabelladas suelen acusar a la Iglesia de estar obsesionada con el sexo, de predicar solamente el sexto mandamiento ("No fornicarás");, y resulta que ellos ven sexo por todas partes, ven sexo hasta donde no lo hay».

La productora del filme, Lolafilms, ha preferido no manifestarse, si bien en una entrevista con el director colgada en su página web afirma que «estamos en el siglo XXI y me parece que hay muchas cosas que se pueden revisar sobre Santa Teresa, como su supuesta virginidad o no». «Si hubo polémica en el siglo XVI seguramente pueda haberla ahora. Creo que de Santa Teresa se ha dado una visión muy cercana a la estampita, como un personaje al que la gente reza de vez en cuando, sin volver a leerse sus libros ni saber más del personaje. Hay muchas cosas de ella que no se han contado y que son un misterio sin resolver: su sexualidad, por ejemplo, o su relación tan cercana a Dios, casi piel con pielÉ Estos temas fueron escandalosos en su día y no han sido revisados muy a menudo, así que probablemente puedan volver a parecerlo hoy en día, lo cual dice muy poco del progreso de la Iglesia católica en los últimos siglos», comenta Ray Loriga.