Dirigió el Palau de la Música y el Teatro de la Zarzuela y ahora es el encargado de coordinar los actos del centenario de la muerte de Chapí. Reivindica al maestro de Villena como una de las figuras claves de la música española y analiza los actos de una efeméride que él espera ayudará, además, a situar a la zarzuela en el lugar que le corresponde. Por otra parte, siguen los ensayos para estrenar en Valencia el 10 de enero "El rey que rabió".

Hoy en día, a los cien años de su muerte, ¿qué significa Chapí?

Ruperto Chapí es una figura bastante desconocida, sobre todo en Valencia, pero que fue muy importante en su tiempo. Además de ser importantísimo en la historia del teatro lírico español, lo es también por cuanto se opuso frontalmente a la situación en que durante la segunda mitad del siglo XX se encontraban los músicos españoles, con el Teatro Real por ejemplo absolutamente en manos de empresarios extranjeros. Él dirige a las instituciones públicas una serie de escritos de protesta pero que muy duros y, ante la falta de respuesta, se decide a fundar, junto con otros personajes, la Sociedad General de Autores de España.

De ahí, pues, la intervención de la SGAE en la promoción de la celebración de este centenario.

Desde luego. Téngase en cuenta además que el grueso de su legado lo custodia la SGAE por cesión testamentaria de Chapí.

Pero no es la única institución que participa en el centenario.

Ni mucho menos. La SGAE y la Generalitat Valenciana a través del IVM, así como el Instituto Complutense de Ciencias Musicales se pusieron en contacto para celebrar este evento, y decidieron formar una comisión en la que también están representados el Ministerio de Cultura, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, la Diputación de Alicante a través del Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, el Ayuntamiento de Villena y la Fundación Autor, entre otros.

¿Cuáles son los principales actos? Comencemos por las producciones escénicas.

En ese terreno uno de los papeles primordiales lo desempeña el Teatro de la Zarzuela: de las doscientas obras que se tienen catalogadas de Chapí, la mayoría son zarzuelas, y muchas de ellas constituyen títulos emblemáticos. Tanto de la zarzuela grande, donde encontramos "Curro Vargas", "La tempestad", "El rey que rabió", "La bruja" y tantas otras, como del género chico, donde baste con citar "La revoltosa".

¿Y en el plano teórico, quiero decir, musicológico?

Ahí se ha aprovechado para organizar en Valencia, en el Estudi General de la Universitat, un congreso en el que participarán más de cincuenta especialistas, españoles y extranjeros, en la obra de Chapí.

Supongo que también se habrá pensado en los discos.

Por un lado, el sello Autor va a reeditar las antiguas grabaciones en las que se puede oír a Berganza, Lorengar o Munguía, con directores como Sorozábal o Argenta. Y en Naxos acaba de aparecer un disco con la Sinfonía en re menor y la Fantasía morisca por la Orquesta Sinfónica de Madrid y José Ramón Encinar.

También hay previstas grabaciones videográficas y libros.

En efecto. "El rey que rabió" del Palau de les Arts se va a grabar en DVD, y en CD esperamos que se pueda llegar a grabar el "Roger de Flor" del Palau de La Música.

¿Y libros?

Se va a reeditar la monumental monografía de Luis G. Iberni sobre Chapí, que se encuentra agotada. En el programa también hay previstas cosas pensadas para niños.

No hay ningún cabo suelto.

Es que estamos hablando de una figura de verdad muy importante. Chapí fue en su momento un fenómeno de masas. En Madrid, por ejemplo, le aplaudían por la calle cuando salía a pasear. Y fue un luchador incansable por dignificar la profesión de compositor en España. Como empresario, abrió un teatro público, y se enfrentó con mucho valor a las instituciones políticas del momento. Hoy en día pocos son los que hablarían como él de determinados ministros. Y no se defendía a sí mismo, que no lo necesitaba pues tenía mucho éxito, sino de tantos colegas que se veían en la imposibilidad de que su obra se diera a conocer.