Hilos, líneas y algodón. O Louise Bourgeois, Eusebio Sempere y Mahatma Gandhi. Estas son las referencias que la artista María Dolores Mulá ha tenido presentes en sus últimas creaciones, hilvanadas bajo el título de La nada. Hilvanadas porque el hilo, la aguja y el algodón han dado forma a los cuadros e instalaciones de esta artista que, especialmente en esta muestra, no olvida sus conocimientos de corte y confección.
«El algodón tiene su espacio porque me emocionó la revolución que con él hizo Gandhi; la aguja se la he pedido a Bourgeois, que fue bordadora, para coser mis lienzos, y Sempere es la línea personificada», apunta Mulá, que presenta árboles con hojas cosidas, lienzos bordados o cabañas de algodón en una muestra cuyo título, la nada, «hace referencia al vacío y a las cosas esenciales de la vida, necesarias para volver a empezar, renacer y salir adelante».
La naturaleza es el vehículo que la artista utiliza para explicar este proceso como metáfora de la situación actual -la gente que se va del país buscando trabajo o los que pierden sus casas- «porque espero que hayamos tocado techo para volver a crear y que este momento nos sirva para reflexionar y seguir viviendo», añade la pintora y escultora.
De este modo, y a través de la vegetación, del agua de los charcos o de los puentes, María Dolores Mulá habla «de la belleza y de la naturaleza en positivo para resurgir, porque para mí el arte está presente todo el día de forma cotidiana, en mi casa, con mi familia, siempre», indica la artista.
Mulá participa en el ciclo Arte último, 21 días que se inaugura mañana, a las 20 horas, en la Lonja de Alicante, donde cada tres semanas se muestra el talento de artistas de toda la provincia.
Los comisarios del ciclo, Guillermina Perales y Eduardo Lastres, destacan de Mulá su vínculo con las sensaciones visuales que descubre en la naturaleza y su percepción vitalista de la existencia con las que propone recapacitar al espectador. «La referencia a la naturaleza, viva o muerta, es homenajeada con las superficies, con el dibujo de la hoja, del tronco, pero también con el recorrido argumental de la forma, desde lo más elemental, para transmitir la gran complejidad», apuntan.
