Interconectar las infraestructuras culturales, los ciudadanos, los profesionales del sector y los agentes dinamizadores es el objetivo del Mapa Cultural de Alicante. Esta herramienta digital, que fue presentada ayer en Las Cigarreras, teje una red transversal que crea lazos entre la cultura, el ocio, el turismo, la empresa, el empleo y la profesionalización.

El mapa, creado para el Ayuntamiento de Alicante por Ciudad de la Sombra, muestra de momento 91 espacios públicos de la ciudad para uso cultural, que se irán ampliando con la aportación de empresas y gestores privados, ya que es una herramienta dinámica. Una cantidad de contenedores culturales nada despreciable.

El trabajo, impulsado por el entonces edil de Cultura Daniel Simón con un presupuesto de 20.630 euros, se realizó entre octubre y diciembre del pasado año y ayer se presentó como resultado de numerosas conversaciones, talleres y puestas en común para marcar las líneas maestras de este mapa cultural. Más de 500 invitaciones vía mail y 92 inscritos para que al final fueran 104 los participantes para aportar ideas y fijar las líneas a seguir.

Comunicación, promoción, socialización, divulgación, distribución comercial, exhibición, programación y análisis forman parte de la cadena cultural de esta herramienta que sirve «para posibilitar las conexiones profesionales, para emprendedores culturales, para reconocer espacios y agentes culturales», según José Abellán, uno de los autores.

Esta herramienta online permite acceder a un mapa geolocalizado, con las calles y plazas de la ciudad donde se marca la ubicación de los espacios y agentes. También a un mapa semántico, en el que se pueden hacer búsquedas en función de los intereses del usuario.

De esta forma ofrece una cartografía general del tejido cultural alicantino, incluyendo referencias al impacto económico de la cultura en el desarrollo general de la ciudad. Además incorpora un estudio de prácticas y usos culturales de la ciudad con información acerca de la oferta y la demanda cultural, el tejido asociativo, las iniciativas empresariales o innovadoras y las dinámicas de participación.

Para la concejala de Cultura, María Dolores Padilla, la línea de trabajo es de «continuidad», para « impulsar los proyectos que estaban comprometidos; se había terminado en diciembre y era momento de presentarlo porque es el respeto que debemos tener a cosas importantes para la ciudad y el sector cultural».

Padilla destacó la importancia de esta herramienta para «valorar» lo que ocurre en la ciudad. «Alicante culturalmente tiene muchísimas cosas pero la percepción que tiene la gente a veces es que aquí no hay nada. Pues no, esto ayudará para que el alicantino se conciencie y sepa que en Alicante se trabaja mucho por la cultura».

Lo importante, afirmó, «es llegar al ciudadano y que se dé cuenta de todo lo que se está haciendo desde el ayuntamiento y otras instituciones, pero también desde el ámbito privado. Se trata de que todos estemos conectados y seamos usuarios de esa herramienta».

También es un vehículo para impulsar emprendimiento cultural y creativo de Alicante, «a través de acciones dirigidas a la diagnosis de la realidad actual del sector, así como a la profesionalización de los diferentes agentes de la cultura y la creación».

Esta nueva iniciativa se une a la de la agenda cultural que ya existe y con la que «está interconectada». «Iremos mejorando el mapa cultural y seguramente encontraremos una interconexión que le dará grandeza al proyecto. Además está el enlace para que todos los usuarios de ese mapa tengan acceso director a la agenda».

El Mapa Cultural de Alicante, que se enmarca dentro de la Edusi financiada por la Unión Europea, ya esta preparado para recibir las propuestas de empresarios, agentes y profesionales de la cultura de diferentes disciplinas, como la música, las artes escénicas, el arte, la literatura, el audiovisual o la cultura digital. Para ello, los interesados en entrar a formar parte de este mapa tendrán que rellenar una inscripción. Las peticiones para ser incluido en este mapa tendrán que pasar por la supervisión de un técnico para controlar contenidos xenófobos, homófobos o discriminatorios. «El mapa está preparado para que se amplíe y eso depende de la ciudadanía», apunta José Abellán.