La alicantina María José San Román se estrena hoy en la Moncloa como cocinera en un almuerzo que servirá con motivo de la visita oficial a España estos díasdel presidente de la República del Perú, Martín Vizcarra. Huevas de mújol, cigala de Santa Pola, turrones y vinos alicantinos y, cómo no, arroz, aceite y azafrán son algunos de los alimentos que se degustarán en este menú especial.

La chef del restaurante Monastrell, poseedora de una estrella Michelin y dos soles Repsol, ha sido la primera cocinera española invitada por el Gobierno para iniciar el proyecto Sabores de España, que pretende dar visibilidad a la gastronomía de las comunidades autónomas en las comidas de Estado con mandatarios internacionales organizadas desde la Presidencia del Gobierno, que suelen celebrarse en dos o tres ocasiones al año.

Este viaje por los sabores del país, por el que pasarán los cocineros más importantes del país, comienza por la Comunidad Valenciana, y en concreto la gastronomía alicantina, algo que San Román valora muy positivamente por la imagen que se ofrece de la provincia: «Me parece que es una experiencia muy bonita e interesante y una oportunidad maravillosa, un lujo, para la Comunidad Valenciana. El mensaje que se transmite es muy bueno», señala, tras considerar que ser la primera del programa quizás obedece «a que soy mujer, que es algo que ahora se potencia, y a que también tengo muchos méritos».

La cocinera indica que fue invitada a participar hace un mes aproximadamente «y me han dado libertad para elegir los ingredientes», agradece, con los que elaborar «una cocina sana y mediterránea como la que hago, con la que intento transmitir alma y nutrición»

La chef del Monastrell es conocida por el estudio de ingredientes españoles emblemáticos y por sus interesantes interpretaciones de la cocina española en sus restaurantes y en su panadería artesanal en Alicante. Esta embajadora internacional de la cocina española es reconocida como máxima autoridad en el tema de ingredientes culinarios únicos de su país, que incluyen el azafrán, el aceite de oliva virgen extra, los arroces y las harinas de las especialidades de pan españolas. Trabaja en el maridaje entre alimentos y diferentes variedades de aceite de oliva para crear platos, desde el aperitivo hasta el postre, en los que el aceite es elemento esencial.

Por ello, San Román ha diseñado un menú basado en productos de la zona y propios de la cocina mediterránea, maridados con vinos de la Denominación de Origen Protegida Vinos de Alicante.

El aperitivo se inicia con tres aceites de oliva monovarietales: arbequina, picual y hojiblanca, que se armonizarán con panes artesanales. A continuación, unos entretenimientos alicantinos, con el intenso sabor de las huevas de mújol y almendra marcona, seguido de ibéricos en forma de tartar de salchichón y berenjena ahumada.

La parte central está compuesta por cigala de Santa Pola con un canelón de patata, en claro guiño a las papas peruanas, que dará paso al arroz, el plato central del universo gastronómico de la cocina mediterránea española. En este caso meloso, casi seco intencionadamente para el que se ha seleccionado una variedad de arroz bombita, pulido al 65%, un punto óptimo que le dan en el molino a petición suya. Así favorece su misión de ser un mero conductor del sabor y realzar la intensidad del atún, matizado por el azafrán.

Para finalizar, el postre sigue el hilo conductor del almuerzo, basado en el aceite de oliva, con una delicada crema de helado de hojiblanca, acompañada de miel con polen y unos suspiros alicantinos, turrones de almendra de Alicante y Xixona.

«Yo creo que vamos a quedar bastante bien representados con este menú», avanzó ayer desde el Palacio de la Moncloa.