El gran éxito va con él, como se comprueba con los espectadores que llenaron el Principal. Siempre con la intención de acercarse a toda clase de público, el genial instrumentista y compositor libanés de ascendencia armenia, Ara Malikian, nos vuelve a mostrar sus ágiles y juguetonas maneras. Todos le conocen y saben que rompe los moldes convencionales. Él tiene los suyos y no se aparta de ellos, pero su expresión y el máximo dominio de los recursos del violín amansan a las fieras e hipnotizan. Toca magistralmente, habla con el cuerpo a la vez y vive a fondo las situaciones derivadas de cada pieza. Imprime huella, con su peculiar forma de entender la música, y lanza la idea de que esta nos hace mejores. La innovación no es tan poderosa tras haberle visto unas cuantas veces por aquí, aunque la calidad, el humor y la emotividad siguen manifestándose con el violinista-comediante afincando en España. Las jocosas palabras sobre su andadura salen nuevamente a la luz, y la intensidad melódica o rítmica, con sabores clásicos, de pop-rock, rap y músicas del mundo, no decae nunca en este recorrido musical por los garajes de su carrera en distintos países. Esta es la gira mundial The Royal Garage World Tour, donde sus seguidores se reencuentran con el transgresor talento y el divertido talante de Ara Malikian. «En 1976, al estallar la guerra del Líbano, las bandas modernas del mundo ensayaban en garajes», señala. «Tenía diez años y no me quería quedar sin formar parte de esa movida». Lo logró a su modo. Y no le falta fuerza para impresionar en cualquier país, como en el debut que tuvo el pasado mes de mayo en el londinense Royal Albert Hall. Ese mismo mes sacó a la venta un doble álbum, Royal Garage, que contiene diecinueve temas, algunos de los cuales saca a relucir en este concierto. Milongas, nostalgias o Alien's office, la oficina alienígena que visitó en Londres siendo inmigrante. «Todos somos del mismo planeta», dice Malikian, al que acompañan más cuerdas, un teclado, una batería y un notable juego de luces.
