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Entrevista a Javier Romero, coleccionista

Javier Romero: «La donación al MACA la entendemos como un acto de responsabilidad hacia la cultura y la ciudad»

Podían haber llevado su colección desde Nueva York a cualquier museo el mundo. Pero eligieron el MACA. Porque Javier Romero, propietario de este fondo junto al galerista Michael Jenkins, nació en Elda, pero también porque confían plenamente en la trayectoria del museo alicantino. «Sempere es una gran inspiración».

Javier Romero y Michael Jenkins, con algunas de las obras de su colección.

Elegir el MACA para donar parte de su colección supongo que no es un acto deliberado.

Mis lazos afectivos y profesionales con Alicante son muy estrechos y este museo siempre ha sido un referente importante para mí. Posteriormente, Michael y yo hemos podido visitar el MACA en innumerables ocasiones desde su reapertura en 2011y comprobar el trabajo tan serio de programación de exposiciones que lleva a cabo. Y sabemos también de su extenso programa educativo y actividades. Aunque en pasados años hemos hecho donaciones de obras en Estados Unidos, pensamos en mantener el resto de la colección unida con el fin de realizar una donación de toda ella. O de casi toda, porque esta donación representa cerca del 90% de nuestra colección. Creemos que complementa el resto de colecciones que tiene el MACA.

¿Cómo fue el proceso?

En agosto de 2019 nos reunimos con Rosa María Castells para hablarle de la colección. Fue una larga reunión en la que le planteamos la donación al MACA. Su respuesta fue inmediata y plenamente entusiasta. Ella es una artífice de esta donación. Desde entonces hemos trabajado de forma continuada para avanzar en los aspectos relativos a este proceso.

Hay otras fórmulas para que el público pueda disfrutar las obras: un préstamo, una exposición, un depósito... pero una donación implica que pasa a ser propiedad del museo.

Sí, hay otras vías, pero la donación siempre fue nuestra intención y el MACA siempre fue el museo que imaginamos para recibir esta donación. Lo entendemos como un acto de responsabilidad hacia la cultura, la institución y la ciudad.

Es lo mismo que Eusebio Sempere hizo en su día.

El MACA no existiría sin Sempere. Y su gesto tan extraordinario es una gran inspiración. Él marcó el camino, pero no olvidamos las donaciones tan generosas y altruistas al museo hechas por Juana Francés y otros donantes que han venido después.

¿Han puesto alguna condición o garantía?

No hay condiciones; tampoco contraprestación económica. El museo tiene el propósito de mostrar en sucesivas exposiciones partes de la colección. No ponemos restricciones a cómo el MACA pueda hacer uso de la colección. Tenemos plena confianza en que realizarán el máximo esfuerzo para mostrar y conservar los trabajos. También incluimos en la donación un extenso número de catálogos y libros sobre los artistas de la colección para su estudio en la biblioteca.

Son 291 obras de 155 artistas, con una valoración estimada en más de 2 millones de euros, y con una gran amplitud de lenguajes y disciplinas, incluida casi la paridad de género. ¿Cuál ha sido el criterio para realizar la selección?

Construir esta colección ha sido un proceso natural; la integran artistas que admiramos y seguimos. Mirando atrás, es verdad que incluye un amplio número de mujeres artistas, en torno al 40%, y de artistas afroamericanos. Creemos que constituyen una adición muy importante para el museo por la gran relevancia de sus trabajos, y por la amplia variedad de lenguajes.

Entre ellas hay piezas de una veintena de artistas alicantinos. Para ello, primero tuvieron que apostar por el arte local.

Hay representados 20 artistas alicantinos o residentes en la provincia. El número de obras está por encima de 40. Era fundamental para nosotros incluir a artistas alicantinos, por la gran calidad de sus obras y con el propósito de poner en valor sus trabajos situándolos junto al de otros artistas internacionales. Muchos de ellos ya lo son con carreras muy consolidadas. Era prioritario aportar esta visión para ofrecer una imagen panorámica lo más próxima posible a lo global.

¿Cómo y por qué un galerista y un historiador de arte se convierten en coleccionistas?

Michael se inició como artista a finales de los 80 y se convirtió en galerista 25 años atrás. Yo comencé como gestor cultural y comisario de arte, y en la actualidad estoy centrado en mi trabajo como artista, que arranca en los 90. Coleccionar ha sido algo lógico por nuestra pasión por el arte y la determinación de apoyar el trabajo de los artistas.

En España, las donaciones culturales no están tan desarrolladas, tanto social como legislativamente, como en Francia o Estados Unidos, que es donde viven. ¿Es muy diferente?

Es una pregunta compleja que abarca diferentes aspectos. Una de las mayores diferencias es que un número muy significativo de obras en museos de Estados Unidos son donaciones realizadas por particulares. E igualmente, parte importante del presupuesto de estas instituciones procede de la financiación privada. Esto, por supuesto, no es el modelo perfecto.

La ampliación del MACA es ya una obligación y el Ayuntamiento de Alicante ha anunciado que destinará 500.000 euros para desarrollar el proyecto.

Esto es una muy buena noticia, y un primer paso para hacerlo realidad. Confiemos que esta voluntad se mantenga sólida y se siga trabajando para llevarlo a cabo. La expansión del MACA es necesaria y urgente. Esta expansión permitiría al museo mostrar aún mejor su enorme vitalidad y potencial, y lógicamente las magnificas colecciones que atesora. La llegada de la nuestra sólo confirma esta urgencia.

A Sempere se lo prometieron en el 77, cuando inauguró la Asegurada, pero no se realizó hasta 2011, es decir, 34 años después. ¿Creen en las instituciones públicas?

Podemos entender la frustración que debió sentir Sempere. Confiamos en que no lleve tanto la nueva ampliación del museo. Es fundamental que se siga trabajando en Alicante para ofrecer a sus ciudadanos y visitantes una oferta cultural y artística de primer orden. No es tanto que creamos en las instituciones públicas, como que las instituciones públicas crean firmemente en la importancia de la cultura.

El MACA tiene un presupuesto anual de poco más de 180.000 euros. ¿Algún comentario?

El presupuesto es insuficiente, muy por debajo de lo que el MACA merece y necesita para ofrecer todo lo que es capaz. Si tantísimo y de tan alta calidad se ha realizado con el presupuesto que actualmente maneja, seria verdaderamente sorprendente comprobar el trabajo aún más extraordinario que el museo puede hacer con un apoyo presupuestario mucho más elevado y justo.

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