Pocos museos del mundo habrán recibido a lo largo de su historia una donación de cerca de tres centenares de obras de una vez y menos de una calidad indiscutible, con una valoración aproximada de 2 millones de euros. En el MACA ha pasado, por eso el día de ayer quedó marcado en el calendario como una fecha histórica para el museo alicantino y también para la ciudad, al iniciarse la apertura de las 10 grandes cajas en las que han llegado a este centro las 291 piezas de la colección de Michael Jenkins y Javier Romero de Nueva York.
Un largo trayecto que marcó el principio de un nuevo viaje que comenzó ayer cuando las técnicas del MACA, encabezados por su conservadora, Rosa Castells, comenzaron a abrir esas cajas llenas de tesoros en las que fueron asomando piezas de algunos de los artistas más representativos desde mediados del siglo pasado a la actualidad.
Jeffrey Gibson, Andy Warhol, Takashi Murakami, Andrés Serrano, Richard Artschwager, Joseph Beuys, Louise Bourgeois, Katharina Fritsch, Martin Parr, Anna Bella Geiger, Richard Long, Agnes Martin, Vik Muniz o Bruce Nauman obtendrán un desfilar por el museo que ya es su nuevo hogar.
«Es un evento histórico», asegura la conservadora del museo, Rosa Castells, que destaca la importancia de esta colección porque «hay muchas piezas que no han estado nunca ni se han visto en España, muchos de artistas que no están representados en museos españoles ».
Las tareas de desembalaje comenzaron ayer con el fin de revisar cada una de las piezas y realizar una ficha completa en la que queda plasmada el tamaño, el estado, la existencia de algún daño, inscripciones en el dorso o tipo de marco. «Hay que revisar una pieza para comprobar que todo está en orden, aunque vienen en un estado estupendo, con toda la documentación perfecta», afirma.
El proceso pasa por el inventario y fotografiado de todas las obras, cuyos datos se completan en unas fichas realizadas por el museo. «Es un trabajo apasionante ver cómo es cada una de las piezas; teníamos los datos y las fotos de todas, pero cuando ves el original es cuando cada pieza empieza a hablar».
Las obras que precisan ser enmarcadas se vuelve a proteger en sus cajas -«aunque vienen con las instrucciones precisas de cómo deben ser»- y las otras se cubren para proceder a su almacenaje. Excepto las alrededor de 70 que se mostrarán en la primera exposición que está preparando el MACA con Jenkins y Romero para presentar la colección y que se inaugurará a finales de febrero.
A este fondo artístico se une un centenar de publicaciones relacionadas con las obras que también han sido donadas.
La colección duerme ya en el museo alicantino y ahí se va a quedar. «Esta colección ha tenido un cuidado increíble, las obras están espectaculares», afirma una de las técnicas que trabaja en este fondo. Abrir las cajas y sacar las obras se prolongará hasta mediados de la próxima semana.
