La pregunta: ¿Cómo puedo convertir a cada habitante y a cada persona que visite el municipio en agentes activos de la escucha? La respuesta: A través de un mapa sonoro en el que cada individuo experimente sus propias sensaciones con los sonidos que detecta. Tanto una como otra la formula el artista alicantino Carlos Izquierdo que vuelve a trabajar con el espacio sonoro dentro de proyecto "Confluències", con el que el IVAM pretende sacar el arte a los pueblos de la Ruta 99, los de menos de 100 habitantes en la Comunidad Valenciana.
Si en 2021 lo hizo en Fuentes de Ayódar ahora ha trabajado en Higueras, un municipio de Castellón, "con multitud de fuentes naturales" dentro del Parque Natural de la Sierra de Espadán. Si ver este paisaje puede ser sugerente a la vista, "imaginad para el oído", asegura Izquierdo, artista sonoro y compositor que parte de la escucha como acción creadora, con el sonido como material "con el que establecer conexiones con el territorio, la identidad y la memoria".
El IVAM contactó con él y le pidió realizar una propuesta artística para el municipio. Primero se entrevistó con la alcaldesa y en febrero realizó una residencia de una semana allí. Vivió, recorrió y conoció Higueras hasta definir y ejecutar su proyecto. "Me informé sobre la cultura, costumbres, usos, lugares, entorno, situación social y demográfica. A partir de ahí empecé a crear el proyecto y cuando hice la residencia ya tenía claro la idea que iba a desarrollar".
Durante esa semana realizó numerosas grabaciones en diferentes puntos de escucha que el artista consideró más significativos, "algunas de unos minutos y otras de horas". Se trata, afirma, de "llegar a un lugar, escuchar, probar, colocar los micros, esperar... es todo un proceso".
En ese punto ya contaba con registros sonoros del municipio, únicos y de un momento específico. "La importancia no está tanto en las grabaciones que yo hago como en proponer que la gente sea la que haga sus propias escuchas".
Dos acciones
El resultado se ha definido en dos acciones. Por un lado, un paseo sonoro con los puntos de escucha para que se pueda recorrer y experimentar, que se ha concretado en un folleto a través del cual los habitantes o visitantes pueden seguir los puntos donde Izquierdo ha registrado las grabaciones. Y por otro, una pieza física, una corneta auditiva o trompetilla, que servía para ayudar a las personas con pérdidas de audición. "Es un objeto simbólico, poético y también funcional, que he creado como una pieza de activación para que llame la atención para que te acerques y la pruebes, pero también para que sirva para reflexionar sobre la concentración para aprender a escuchar mejor".
Los folletos, que incluyen un código QR para acceder al archivo sonoro recopilado por el artista, se pueden recoger en el bar del pueblo, La Cantina del Rullo, y la corneta auditiva se ha instalado cerca de la plaza de la Iglesia.
En mayo se hará la presentación del proyecto a los vecinos. "Al principio muestran un punto de extrañeza porque llevan a un artista con su obra a un municipio tranquilo, que tiene sus ritmos muy establecidos, pero lo que me gusta de esta propuesta es que no es invasiva o agresiva con los habitantes, en todo momento es una cosa muy dialogada y muy bien comunicada, así que luego lo asimilan como algo valioso".
El IVAM recoge todos los proyectos realizados en su web y va a ir haciendo un programa de mediación y educación «para que se sigan visitando las obras y se mantengan activas».
