Kiko Martínez es campeón del mundo. Quien esto escribe está en las antípodas de ser un experto en boxeo. Pero cada vez que Kiko se sube a un ring, me encanta contemplar la pasión que despierta a su alrededor, pese a competir en un deporte teóricamente menos mediático que otros. Cualquiera lo diría.

Es uno de los placeres de la vida. No el boxeo, en mi caso. Alejarse de lo conocido y dejarse llevar por el espíritu de quienes aman un deporte o una figura como la de Kiko. De eso debería ir más la vida, de interesarse por lo ajeno, lo extraño, lo desconocido. Aquello en lo que no nos sentimos en nuestro espacio de confort. En tiempos en los que nos obligan a tratar de pensar de un solo modo, la mejor medicina es interesarse por lo que le gusta al de al lado, al que no piensa como tú, al que no tiene tus mismas pasiones.

Y, de repente, te sorprendes buceando por la biografía de Kiko, su salto al profesionalismo, su renuncia, de algún modo, a competir por medallas olímpicas. Sus combates, en casa y lejos. Sus victorias. Sus títulos. Sus derrotas. Ay, esas derrotas, cómo se las toman quienes quieren a Kiko. Un español en un mundo dominado por estadounidenses y británicos no lo tiene fácil.

Sus seguidores se indignan por unos cuantos combates con aroma a robo al púgil de Torrellano. Admiro que, al menos esta es mi sensación, la reacción de Kiko nunca ha sido airada en este sentido. Siempre con talante deportivo, felicitando al rival, abrazándole, pese a que por dentro pensara que el ganador debió ser él.

Y así, haciendo historia. No sería descabellado catalogarle como el mejor deportista ilicitano de la historia, contemplando su palmarés. Sería debatible, como todo en la vida. Este sábado, tras noquear a Kid Galahad, el título de campeón del mundo vuelve a ser de Kiko. Sin lugar a dudas y con todo merecimiento. Un hito histórico del deporte español, al haber sido campeón mundial en dos pesos diferentes, algo solo logrado antes por Javier Castillejo.

No está de más admirar a deportistas como Kiko. Quienes le han tratado y le conocen solo destacan virtudes suyas como persona. Es bueno escribirlo y decirlo porque todos sabemos que el boxeo no siempre ha tenido la mejor de las imágenes porque quizás alguna vez no ha tenido ejemplos como el de Kiko. De deportista y de persona. Una noche más, una velada más, sensacional Kiko.