Todo dibujante es autodidacta porque todo el mundo empieza a dibujar en su infancia. Y a ser niño no te enseña nadie. El caso es que todos los trazos y trazas, a Joaquín Aldeguer (Alicante, 1980) se los convalidaron con una licenciatura de Bellas Artes. Y continuó pintarrajeando, con el espíritu libérrimo de los niños, en los fanzines -revistas autofinanciadas que, de nacer hoy, serían obra de «jóvenes emprendedores»-. Formó parte de Adobo, publicación que el Saló del Cómic condecoró en 2013 con el premio al mejor fanzine. Se defiende con maestría con el humor gráfico y la ilustración, pero en la prensa -su otro campo de batalla- acaso sus mejores armas sean sus caricaturas, las de multitud de personajes públicos, que ha publicado en medios a diestro y siniestro. También para las revistas Man y Primera Línea. Hace poco debutó en El Jueves. Ah, y encima ejerce de caricaturista en vivo y en directo, en eventos varios.
