­Cuando la nombraron directora general de CAM en sustitución de Roberto López Abad el pasado noviembre, muchos creyeron que se trataba de un cargo menor, que iba a tener unas facultades muy mermadas por el traspaso de todo el negocio de la caja al nuevo banco que se había creado junto a Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura. Sin embargo, la ruptura de la alianza ha situado en manos de María Dolores Amorós el futuro de la que es la primera empresa de la provincia.

Ella no rehuye la responsabilidad como tampoco esquiva ninguna de las preguntas que le realizamos el pasado miércoles en su despacho. Cree que sus socios no fueron todo lo honestos que podían ser, niega que se ocultaran datos y quita hierro a la más que probable nacionalización de la entidad recordando que ha ocurrido en toda Europa. También rechaza que nadie deba asumir responsabilidades por la actual situación de la caja.

Ha asegurado usted que «la CAM ha sufrido una campaña de desprestigio sin precendentes», ¿quién se ha beneficiado?

Desconozco a quién podía beneficiar y creo que tampoco tenía por qué tener un objetivo en ese sentido. Desde 2009 estamos en un momento especialmente importante para el sector de cajas de ahorros y, cuando las ayudas públicas habían expirado en su concepción original, se rompe el SIP que teníamos con otras tres cajas y aquello dio mucho que hablar, y muchas afirmaciones no eran para nada ciertas.

Es decir, que no se refería a una campaña orquestada.

Entiendo que no, que son un cúmulo de circunstancias las que hacen que esta entidad se vea sometida a una campaña contra su reputación como no recuerdo otra, al menos en el sector, y, además, en absoluto fundamentada.

¿Fue un error escoger a Cajastur como socio?

Con el tiempo uno puede pensar que sí pero creo que en aquel momento se tomó la decisión adecuada. El consejo de administración de CAM valoró las posibles alternativas y consideró que el SIP permitía mantener nuestras señas de identidad, nuestro posicionamiento en las zonas naturales y que era una buena opción.

Ahora dice que no lo ve igual...

Con el tiempo, cuando una cosa no culmina, pues se puede entender que es un error pero en su momento fue la adecuada.

Cuando llegaron los problemas, desde el entorno de sus socios se dejó caer que se habían ocultado datos. ¿Ocurrió así?

En absoluto, eso es totalmente falso. CAM es una entidad cotizada desde 2008, es la única caja cotizada, con lo cual todavía está más sometida al escrutinio del mercado y a las exigencias de trasparencia, y sus estados y todos sus datos están sometidos a la CNMV y al Banco de España. Es implanteable pensar que se ocultaron datos. Además, desde el mes de septiembre estaban todas las facultades delegadas en la cabecera del grupo, en el banco, con lo que es difícil de creer que hubiera ninguna ocultación.

¿Por qué se dijo eso, entonces?

No me corresponde a mí juzgar las razones de por qué se dijo eso. Se puede interpretar que quizá era una forma de preparar una posible salida, como algunas personas han especulado, pero lo desconozco. De hecho, hubo una petición por parte de CAM al consejero delegado de defensa, no ya sólo de una de las socias, sino del grupo y se nos manifestó contundentemente que por supuesto, que mantenían su confianza y que nadie estaba detrás de esa campaña.

¿Cree que sus socios actuaron honestamente?

No cumplir los compromisos o no hacer todo lo posible por cumplirlos se podría considerar que no es del todo lo más ético o lo más honesto.

¿Cómo se explica que en septiembre pasado comunicaran a la CNMV una tasa de morosidad del 5,2% y en diciembre ésta ascendiera a un 8,7%?

A ver, el cierre de 31 de diciembre es consecuencia de que hay un SIP y por tanto se tienen que aplicar unas normas contables, que son las de combinación de negocio, en las que se ponen todos los activos y los pasivos de la entidad a un valor razonable. Las cuentas individuales de ese momento no son representativas. De hecho, CAM no cerró como grupo CAM ninguna cuenta consolidada, quien consolidaba era la cabecera del SIP, el banco. Para ello se siguió una política de máximo rigor en la clasificación de los activos y no necesariamente cuando se clasifica un activo como dudoso significa que esté impagado. Puede clasificarse como dudoso por razones subjetivas y aquí hubo una clasificación muy rigurosa para que el grupo naciera con toda la fortaleza y que todos sus posibles deterioros, ni tan siquiera reales en ese momento, estuvieran reconocidos.

¿Pero la tasa de morosidad era del 8,7% o no?

La tasa de morosidad o de dudosidad estaba, según los datos que se clasificaron, en ese 8,7%, pero simplemente como fruto de reclasificar, como medida preventiva y siguiendo las indicaciones de Banco Base, una serie de activos. En dudoso puedes tener operaciones que llevan impagadas tres meses, pero también operaciones al día pero que, por un efecto de arrastre, porque ese cliente tenga algún otro impago, arrastra todo a dudoso.

¿Qué está haciendo la caja para frenarla?

En un contexto económico como el actual, con la tasa de paro que hay y con el escaso crecimiento, todas las entidades financieras ven tensionadas sus cifras de dudoso o de mora. CAM está haciendo un esfuerzo muy importante en dos ámbitos. Por un lado, intentando adecuar a la capacidad de pago de sus clientes los compromisos que estos tienen. Es decir, ha habido una caída de la renta disponible de las familias y también hay menores niveles de facturación en las empresas, y lo que intentamos es acomodar el plan de pagos a la nueva realidad. Y, por supuesto, hacer el ejercicio de recobro, de anticipación y también de ejecución, cuando toca, para garantizar la recuperación de esos riesgos.

También se dio a entender que no se había informado de las sociedades que mantienen con Aegon y con General Electric y que obligaban a pagar a estas firmas indemnizaciones millonarias si CAM perdía el control de su negocio, como ocurría en el SIP. ¿Tenían conocimiento sus socios de esos acuerdos?

Totalmente. No sólo tenían conocimiento sino que, desde que se había constituido el grupo y el banco, incluso ellos habían estado en negociaciones directas con estos socios de CAM para ver la mejor forma de adecuar a la nueva situación esas alianzas. Eran plenamente conscientes.

Tras la ruptura, ustedes optaron por presentar directamente una solicitud al FROB por importe de 2.800 millones de euros, a pesar de que muy probablemente supondrá la nacionalización de la caja, ¿por qué no intentaron primero otras alternativas?

Me gustaría poner en contexto qué significa eso de nacionalización porque puede haber una confusión respecto al término. En estos momentos prácticamente todo el sector financiero en Europa, en especial en algunos países, está nacionalizado porque ha recibido ayudas públicas en forma de participación en el capital muy significativa. Ayudas transitorias que devolverán en el tiempo cumpliendo los planes que hayan tenido que presentar para su obtención. Es decir, nacionalización no supone para nada algo negativo de cara a los clientes y a la tranquilidad de sus ahorros: no es más que la participación del Estado o del sector público en el capital de una empresa.

¿Y por qué no intentaron antes otras opciones?

Cuando se produce la ruptura del grupo al que pertenecíamos, CAM se encuentra con que debe presentar un plan de recapitalización y nos dan un nuevo periodo adicional porque ya se había pasado la fecha oficial. En aquel momento planteamos la solicitud al FROB porque entendimos que no era oportuno precipitar otra alternativa. En cualquier caso, todos lo planes que se han presentado si al final, por la coyuntura, no logran culminarse, el FROB está detrás de todos.

¿Qué posibilidades existen de encontrar un socio privado antes de esa inyección de capital?

Creo que hay posibilidades reales tanto antes como después. Puede ser dentro de un mes como dentro de un año. ¿Por qué? Porque CAM tiene una serie de valores que son apreciados por potenciales socios inversores. Tenemos un valor de franquicia elevado, una red comercial con gente muy preparada, una tecnología a la vanguardia del sector que nos permite mejorar la gestión, y un posicionamiento en zonas muy importantes desde el punto de vista del crecimiento económico en nuestro país, donde están los sectores que serán los que primero saldrán de la crisis.

¿Con quién están negociando?

Por razones de confidencialidad no puedo contestar taxativamente a esta pregunta.

¿Se está cerca de un acuerdo con alguien?

Nunca se puede decir en este tipo de procesos cuan cerca o lejos se está de un acuerdo.

También ha insistido mucho en que la CAM «es viable en solitario», ¿en qué se basa?

En primer lugar, en los propios datos de CAM y en sus fundamentos en cuanto a generación de resultados, que es lo que hace viable en el medio y largo plazo a una empresa. En segundo lugar, hay otro dato objetivo, más allá de que yo lo diga, y es que no podríamos haber acudido a la obtención de ayudas públicas si no fuera una entidad viable. No está previsto que las entidades no viables puedan hacerlo.

Si eso es así, ¿por qué decidieron embarcarse en una fusión hace un año?

Hay varios motivos pero, sobre todo, porque en un momento en que el sector, impulsado por medidas legislativas, está en un proceso de reestructuración, es momento de aprovechar. CAM es una caja que, por su peso específico, era consciente de que tenía que estar comprometida con la consolidación del sector y veía oportunidades. No es porque fuera o no viable por sí misma.

Ustedes pretenden que una parte de los 2.800 millones, alrededor de 1.000 millones, se les entregue como FROB 1, que es un crédito y no una inyección de capital, ¿creen que tienen derecho a ello cuando en teoría esa fórmula era sólo para ayudar a las fusiones?

La legislación no impide en absoluto el que se pueda tener acceso por la vía de emisión de preferentes (FROB 1) y es una opción que está abierta y que tendrá que decidirse en su momento por parte del FROB. ¿Qué ventajas tiene?

Supone la misma ventaja que una inyección por vía ampliación de capital, en términos de que computa exactamente igual para cumplir con los nuevos requisitos de capital. Tiene un coste financiero en lugar de provenir su rentabilidad a partir de dividendos. Es una modalidad financiera diferente.

Bueno, también ayudaría a que la CAM mantuviera el control del futuro banco y que el FROB no consiguiera la mayoría...

Eso depende más de la valoración que se haga de la entidad a la hora de entrar cualquier socio, sea el FROB o sea otro. En cualquier caso, creo que la CAM está por encima de cuáles sean sus potenciales socios y en qué porcentaje. Es decir, su compromiso como catalizador del desarrollo local, con la sociedad, está por encima de los porcentajes de participación que pueda tener nadie. Porque cualquier socio de una entidad lo que quiere es su estabilidad y su viabilidad a largo plazo, que genere el beneficio necesario para retribuir la inversión y, por otro lado, en el caso de Caja Mediterráneo, contribuir al desarrollo a través de su Obra Social.

Pero, ¿lo más probable en estos momentos es que CAM pierda el control del negocio?

Para nada. Es una de las opciones que dependerá en su momento de cómo se estructure la operación y de las valoraciones que se den. No diría yo que es lo más probable, aunque tampoco lo puedo negar categóricamente.

¿A partir del traspaso del negocio al banco, la CAM tendrá que transformarse en una fundación?

No, gracias al cambio que se produce en la ley de Cajas de Ahorros el verano pasado, que permite que la caja como tal no modifique su naturaleza jurídica. Transfiere todos sus activos y pasivos a un banco pero la caja pervive exactamente igual.

¿Incluso si tiene menos del 50% en esa sociedad, no tiene obligación de transformarse?

No en el supuesto de entrada del FROB. Es uno de los supuestos en que la ley permite el ejercicio indirecto de la actividad sin esa conversión. Aunque eso tampoco es lo más relevante. Ya se mantenga como caja o como fundación, lo importante es que perviva el compromiso de devolver a la sociedad lo que se obtiene de esa actividad financiera.

¿Banco CAM operará como una entidad independiente, aunque se asocie con otro banco?

Banco CAM seguirá operando como una entidad independiente, además con el mismo código, el 2090, y será igual que CAM, por así decirlo. Sólo que con las ventajas de que, al ser una sociedad anónima, puede apelar en condiciones de igualdad con el resto de operadores a los mercados de capitales para reforzar sus niveles de capitalización. Va a ser lo mismo.

En el último consejo de administración se aprobó un plan de reestructuración, que varios de los consejeros calificaron como muy duro, que incluye la venta de los activos no críticos...

El plan de racionalización tiene que ser necesariamente un plan riguroso, duro y exigente a tenor de las circunstancias económicas y la previsión de crecimiento del negocio financiero en los próximos años en este país. Es imprescindible que una empresa, en el ejercicio de su responsabilidad, tome las medidas necesarias para garantizar su supervivencia a largo plazo. Pero, siendo un plan exigente, como pide la coyuntura económica, es un plan fácilmente alcanzable por varios motivos: por nuestra experiencia en hacer procesos de este tipo; y porque no sólo son ventas de activos en lo que se concreta el plan, también son cambios de procesos que permiten ahorro de costes de todas las naturalezas.

Pero en el caso de las desinversiones, ¿qué se va a vender?

Lo que se pretende es desinvertir en aquellos activos que ahora mismo no son claves en el negocio. Es decir, puede que en un momento dado una participación empresarial haya sido conveniente, que supusiera un colchón adicional de resultados, pero ahora no. Lo que no se contempla es una venta de red, si iba por ahí su pregunta. Se descarta vender una parte de la red.

El resto, la cartera empresarial, ¿está en venta?

En todo momento las participaciones empresariales de CAM han estado siempre en venta. Siempre puede haber una oportunidad.

¿Tienen alguna previsión de los fondos que pueden conseguir por ese vía?

No, es que lo más relevante del plan no es eso, es conseguir una serie de ahorros en los gastos a largo plazo. Es adecuar la capacidad productiva al nuevo entorno de facturación.

Antes descartaba la venta en bloque de oficinas, lo que supongo que continuarán son los cierres. ¿Qué previsiones tiene?

Entre 2009 y 2010 CAM cerró más de un 15% de su red (alrededor de 200 sucursales) mientras que el sector hizo un ajuste del 7%. Es decir, nos adelantamos. Los cierres que nos quedan son ya pequeños en número, menos de un centenar, y, sobre todo, no tanto en la zona tradicional –Alicante, Castellón, Valencia o Murcia–, que es donde ya hicimos todo un ejercicio de racionalización. Será en otras zonas.

¿Afectará al servicio a los impositores?

Siempre que hemos procedido a realizar concentraciones de red hemos intentado cuidar que supusiera incluso mejoras para paliar el perjuicio de que te trasladen la oficina de toda la vida, con gestión personalizada, con otros canales.

En todo este proceso, uno de sus principales temores era la fuga de depósitos, ¿han conseguido evitarla?

Sí, afortunadamente no se ha producido esa fuga. Fíjese, en la estructura de clientes de la caja hay algo muy importante: tenemos más de tres millones de clientes y el 77% tienen una antigüedad superior a cinco años. Ha sido un gran estímulo ver la confianza de los clientes a pesar de actuaciones en muchos casos poco éticas de algunos competidores que han querido aprovecharse de la situación.

¿Qué tipo de actuaciones?

Pues actuaciones de generar dudas, miedos, para intentar aprovechar comercialmente la oportunidad en un contexto en que los objetivos de captación de depósitos son exigentes.

¿Cómo les ha sentado el abandono que han sufrido por parte de la Generalitat en este proceso?

La Generalitat siempre ha sido muy respetuosa con las decisiones de los órganos de gobierno de la CAM. En todo momento ha respetado esas decisiones.

¿No han echado en falta más apoyo por parte del Consell?

La Generalitat siempre ha estado informada y ha respetado nuestras decisiones.

¿Arriesgó demasiado la CAM en el sector inmobiliario?

Yo creo que no, que no arriesgamos demasiado sino que fuimos un operador como todos los demás, que daba financiación y apoyo a un sector productivo muy importante en este país. Un sector generador de empleo y de crecimiento económico. Lo que era impensable y nadie supo avanzar era una ruptura tan brusca y mantenida del mercado.

¿Entonces no es cierto que la CAM esté más expuesta al ladrillo que otras entidades?

No, CAM tiene una exposición al sector igual que la media y, por nuestro conocimiento, muy similar a la de los principales grupos tanto de bancos y de cajas de este país.

¿Qué van a hacer para rebajar ahora ese riesgo inmobiliario?

En eso tenemos una gran ventaja, nosotros previmos a lo largo de 2008 que había que empezar a trabajar y no solo empezamos con un cierre y racionalización de red, sino que otra de las medidas que se puso en marcha fue crear Mediterranean, una plataforma para la comercialización de los activos que, al final, hay que aceptar en pago de deudas. Tenga en cuenta que esta empresa ha sido capaz de dar salida a más de 5.000 inmuebles en cada uno de los dos años inmediatamente anteriores. Es decir, 5.000 inmuebles en 2009 y 5.000 en 2010, entre ventas y alquileres con opción a compra, que son ventas aplazadas.

Los empresarios se preguntan cuándo volverá a fluir el crédito.

Se nos ha explicado que estas medidas de elevación de los ratios de capital lo que persiguen, precisamente, es que no hayan problemas de solvencia o que al menos no lo perciban así en el exterior para que fluya el crédito a la economía real. Yo creo que tasas de crecimiento del crédito como las que vivimos en la primera parte de los 2000, de más de un dígito, del veintitantos por cien, no sé si las volveremos a ver, al menos nosotros. Tiene que producirse un proceso de desapalancamiento de la economía española, de rebaja del endeudamiento, para que vuelva a haber una fluidez en el crédito.

Una cuestión que muchos se preguntan es el futuro de su predecesor en la dirección general de la caja, de Roberto López, ¿tendrá algún cargo en Banco CAM?

Roberto (López Abad), el anterior director de CAM, es consejero de Banco CAM, y es también personal laboral, no tiene un contrato de alta dirección con la caja. Está a la espera precisamente de que cerremos o ultimemos todo lo que se hable en materia de ERE porque sus condiciones de salida son igual que las del resto de compañeros.

¿Se deberían asumir responsabilidades por la situación en la que se encuentra la CAM?

Creo que nadie tiene que asumir ninguna responsabilidad porque una responsabilidad hay que asumirla cuando hay actuaciones no ajustadas a las normas, al derecho, a la legislación, cuando hay actuaciones ilegales y ese no es el caso en absoluto de ninguna de las actuaciones de esta caja. Todo se ha ajustado siempre a las normas, a los requerimientos y a las recomendaciones de los supervisores. De otra manera, cualquier indicio de actuación irregular hubiera sido investigado, interna y externamente.

¿No hay motivos para que se deban asumir ningún tipo de responsabilidad, ni la dirección ni del consejo de administración?

No. Insisto, la asunción de responsabilidades se produce cuando hay actuaciones irregulares que pudieran llevar sanciones de carácter administrativo o, incluso, de tipo penal pero no es el caso en absoluto. Nunca esta caja ha actuado en contra de la legislación y ha sido siempre transparente y cumplidora de sus compromisos.

«En la CAM no hay contratos blindados»

La ejecutiva confía en que el plan de prejubilaciones acordado sea suficiente y asegura que la caja no paga indemnizaciones millonarias

¿Será suficiente con las prejubilaciones previstas y las bajas incentivadas, que no llegan al millar, o habrá despidos adicionales?

Bueno, el plan de reestructuración es una continuidad, en cierto modo, de las medidas que CAM empezó a implantar en 2008 en términos de cierre de oficinas y racionalización de la red, y, en términos de personal, lo que contempla es la salida de los trabajadores que se acogieron al plan de prejubilaciones. En principio con estas prejubilaciones y con una serie de ajustes es más que suficiente pero, aunque nuestro plan está basado en unas hipótesis más bien pesimistas, no se puede descartar que no sea necesario acometer medidas más profundas si continúa la situación. No lo puede descartar ni la CAM ni ninguna otra empresa.

Ya han empezado a marcharse algunos directivos, ¿han cobrado indemnizaciones millonarias como ha ocurrido en otras entidades?

Esta caja tiene en sus estatutos que, en el supuesto de que hubiera un contrato de alta dirección, un contrato blindado, tendría que ser aprobado por la Asamblea General y por el Instituto Valenciano de Finanzas. Pero la realidad es que no hay ni ha habido nunca ningún contrato blindado porque todos los altos directivos proceden de desarrollo interno y les une a la caja un contrato laboral, no un contrato de alta dirección.

¿Qué vía se ha utilizado para la marcha de estos directivos, si se pararon las prejubilaciones antes de hacerse efectivas?

La misma que el resto, porque estas personas se marcharon cuando todavía no se había roto la fusión. Salieron en el mes de marzo y tuvieron las mismas condiciones que el resto de trabajadores. En realidad iba a empezar a salir ya todo el conjunto de compañeros que habían aceptado prejubilarse pero, en un momento dado, nos mandaron la orden de esperar y se paralizó el proceso. Es verdad que los trabajadores del sector somos afortunados en el sentido de que ha podido haber, a lo largo de la historia, salidas pactadas en condiciones muy buenas. No sé si se podrá mantener esta política durante muchos años.