Aludium busca su mercado

«En la actualidad, uno de cada cuatro tapones como los que usan las botellas de whisky ya se fabrican con aluminio salido de esta fábrica. Eso nos deja un 75% del mercado para crecer». Así de claras dejaba ayer sus intenciones el director general de Operaciones de Aludium, Manuel Ruano, en la presentación de la compañía que el fondo de inversión Atlas Holdings ha creado tras la compra de las factorías que Alcoa tenía en Alicante, Amorebieta y Castelsarrasin (Francia), y que pretende convertir en uno de los «referentes» del sector.

Todo un desafío si se tiene en cuenta que el negocio del aluminio está copado por grandes multinacionales como la anteriormente citada pero que, según Ruano, es posible, precisamente, por los nichos que éstas dejan sin cubrir. Así, en el caso de Alicante, los nuevos propietarios prevén incrementar la producción de la factoría un 4% este mismo año -2014 se cerró con unas 57.000 toneladas-, toda una buena noticia para sus 320 trabajadores que miraban con inquietud el cambio de titularidad y que, sin embargo, ahora tendrán que afrontar menos días de ERE si se cumplen estos pronósticos.

Además, el consejero delegado de Aludium, Arnaud de Weert, dejó claro que la inversión de Atlas Holding tiene vocación de permanencia ya que se trata de un grupo industrial y no de un fondo que busque rentabilidad a corto plazo. «Queremos quedarnos y hacer crecer la compañía. No venimos con el ánimo de vender», señaló, tras recordar que, desde su creación en el año 2000, Atlas sólo ha realizado dos desinversiones.

Nuevos productos

En cuanto a los productos hacia los que enfocará su actividad, Manuel Ruano explicó que las grandes multinacionales «están ahora orientando su negocio a la producción de aluminio para carrocerías de coches y para el sector de la aeronáutica -de hecho, fue uno de los motivos por los que Alcoa quiso vender las plantas- lo que deja amplios segmentos a los que atender». Uno de ellos es el de las latas de conserva, en el que Aludium quiere probar suerte este mismo año y que podría incrementar en unas 5.000 toneladas la producción actual de la planta de Alicante.

Otra de las apuestas de Ruano para aprovechar la capacidad ahora en desuso en Alicante es recuperar la producción de planchas para litografía -las que utilizan, por ejemplo, las rotativas de los diarios-, un producto que ya se fabricó en la factoría pero que se había abandonado. También se quiere potenciar la producción de placas para la construcción, que se utilizan en las fachadas de edificios emblemáticos o en aeropuerto y que, últimamente, se ha puesto de moda por su facilidad para pintarlas de distintos colores. El gimnasio Arena de Alicante es un ejemplo.

Junto a esto, Aludium continuará con las dos líneas de negocio que en estos momentos aportan más trabajo a las instalaciones: las bobinas para fabricar tapones o envases de cosméticos y la línea de brillo (aluminio pulido), que se usa para la fabricación de farolas por su capacidad reflectante y también en placas fotovoltaicas.

La compañía también sopesa la posibilidad de reabrir la fundición de la planta de Alicante, lo que permitiría reciclar una mayor cantidad de chatarra -de la que ahora procede el 45% de la materia prima que usa- y reducir su dependencia de los suministros de aluminio primario de otras factorías.