¿Cuánto factura cada una de las máquinas tragaperras que se ven en bares, salones de juego y otros locales similares? Pues depende de la ubicación pero, en general, suelen ser un negocio muy lucrativo que contribuye a mejorar los beneficios del establecimiento que las acoge. De hecho, para muchos bares pueden ser la diferencia entre cubrir gastos y ganar dinero a fin de mes. Así, según los datos de la Generalitat, cada una de las tragaperras ubicadas en bares y otros establecimientos de hostelería ingresaron el año pasado una media de 60.792 euros. Las que están en salones de juego facturaron algo más, unos 67.900 euros, y las ubicadas en salas de bingo alcanzaron los 84.715 euros, sin duda por la presencia de un público mucho más predispuesto a meter la moneda o el billete. En toda la Comunidad hay 25.409 tragaperras autorizadas, 10.614 en la provincia de Alicante.

No obstante las que se llevan la palma son las denominadas máquinas de tipo C que sólo pueden estar en casinos y que permiten premios de hasta 5.000 veces el importe jugado (el resto sólo 400).

En este caso, su facturación anual alcanza los 328.125 euros. Claro está que una cosa es lo que los clientes gastan y otra el beneficio que consiguen los operadores y los dueños de los locales ya que la legislación obliga a que las tragaperras repartan un mínimo del 70% de lo que ingresan en premios. Aún así, el restante 30% sigue siendo un botín bastante suculento.

En comparación, las máquinas de tipo A, es decir, las que permiten disfrutar de un tiempo de juego pero no reparten premios, sólo facturan 836 euros al año por cada instalación. De ahí que hayan desaparecido de la mayoría de bares. Por el contrario, las que proliferan son las nuevas máquinas de apuestas deportivas, que en la Comunidad Valenciana se reparten seis empresas. Las cantidades jugadas en cada una de ellas rebasó el año pasado los 56.000 euros, una cifra que tiene todos los visos de seguir aumentando ante el notable éxito que están cosechando.