1 de Mayo. En los años 80, los alicantinos hacían visibles en las manifestaciones del Día del Trabajador lemas sobre la autonomía territorial o la libertad de expresión que habían marcado el tránsito a la Democracia. Pero, igualmente, denunciaban los altos niveles de paro juvenil y pedían mejores pensiones, reivindicaciones que hoy siguen vigentes.