Harinas Andrés Serrano es un ejemplo palpable de empresa familiar que ha sabido perdurar y evolucionar, a lo largo de sus más de 120 años de existencia, manteniéndose fiel a la filosofía de su fundador Andrés Serrano Selva, basada en «el trabajo y el espíritu de sacrificio, primando siempre el proyecto empresarial por encima de cualquier otro aspecto».

Los actuales responsables de esta empresa ilicitana dejan muy clara «la importancia trascendental» de la personalidad de Andrés Serrano Selva en el devenir de la empresa y la influencia que ha tenido en todos sus descendientes, que llegan ya a la cuarta generación.

El fundador de Harinas Andrés Serrano inició su trayectoria a finales de siglo XIX ejerciendo con su padre como transportista de piensos y cereales que repartía a los molinos de Elche para hacer harina. No tardó en independizarse terminando por arrendar y luego comprar el Molino de Traspalacio para atender el incremento de la demanda de harina. Hombre emprendedor, logra en la primera década del siglo XX montar la primera fábrica de harina, ubicada en la parte trasera de la casa que había comprado en La Glorieta, que fue reformando con el tiempo y ampliando su capacidad productiva.

Fue en este punto que inicia su relación con la firma suiza Buhler, que dispone de filial en España desde 1897; una relación que tendrá especial incidencia en el siguiente hito protagonizado por Andrés Serrano: La construcción de una nueva fábrica (la actual) que contaría con un gran silo y apartadero y estaría próxima al casco urbano de Elche.

Esta gran obra fabril (que inició su funcionamiento en 1932) se realizó con planos enviados por la empresa suiza y su ejecución se la encargó a su sobrino Antonio Serrano Peral, que llegaría a ser uno de los arquitectos más relevantes de Elche en el periodo de postguerra.

Con un silo de 22 metros de altura (el segundo más alto de España) esta obra costó 95.000 pesetas de la época, «una cantidad desorbitada» para Vicenta Barceló, la mujer de Andrés Serrano, que en un principio se opuso al proyecto debido a su elevado coste. En este sentido, se cuenta una entrañable anécdota. Se dice que el día de la inauguración, Andrés subió con Vicenta a la parte superior del silo «y al ver recorrer el trigo por el transportador, se abrazaron y lloraron de alegría».

Fue un salto cuantitativo y cualitativo para la empresa. Esta fábrica se alimentaba ya de electricidad, a diferencia de la anterior que era por gas, y tenía una capacidad de producción de 44 mil kilos al día.

Tras un periodo turbulento provocado por la Guerra Civil, en 1943 se inaugura otra fábrica en Orihuela y se amplía el mercado a Murcia.

Andrés Serrano Selva fallece en 1955 y, desde años antes, sus hijos Andrés y Vicente y su yerno Juan Orts, ya habían tomado las riendas de la empresa. La segunda generación continuó expandiendo el negocio y aumentando la capacidad productiva que, tras una reforma realizada en 1974, llega a los 150.000 kilos/día.

Previamente, en 1968, tiene lugar otro hito: la compra de una fábrica en Cartagena, propiedad de la familia Magro, que se conoce hoy bajo el nombre de Harimsa.

Cómo es ahora Harinas Andrés Serrano

En la actualidad, Harinas Andrés Serrano es una empresa sólida y consolidada, con una línea directriz basada en tres principios: selección de materias primas, aplicación de la más alta tecnología en la producción y envasado y un estricto control de calidad con el fin de poder satisfacer a sus muchos clientes.

La experiencia y el conocimiento adquirido a lo largo de cuatro generaciones dedicadas a la producción y distribución de harinas, han posicionado a Harinas Andrés Serrano y Harimsa entre las primeras empresas del sector.

Entre las tres plantas (Elche, Orihuela y Cartagena) se ha alcanzado una capacidad productiva de cerca de 600 toneladas/día de trigo.

En un mercado global como en el que se actúa hoy, la empresa se aprovisiona de trigo procedente de muy diversos puntos del mundo, pues el 90% de la harina que comercializa es la procedente del trigo. Esta necesidad de conseguir materia prima es esencial de cara a elaborar y distribuir en el mercado más de un centenar de productos diferentes.

Esta gran diversidad de productos ha implicado que cada una de las tres plantas se especialice en áreas diferentes. La fábrica de Elche produce harinas destinadas al sector de la Panadería (artesanal e industrial), a la industria del Caramelo y también para masas fritas. Orihuela se dedica exclusivamente a satisfacer las demandas del sector de Panadería (artesanal e industrial); y Harimsa, la empresa ubicada en Cartagena está especializada en nuevos productos tanto del trigo como de otros cereales; productos para el área de alimentación infantil; harinas de uso doméstico; productos ecológicos (sin gluten, derivados y harinas de otros cereales, mezclas de harinas, etc); y un apartado importante es el procesado de grano como materia prima para la elaboración de cereales de desayuno.

Harinas Andrés Serrano ha recorrido un largo e intenso trayecto desde 1896 invirtiendo en el desarrollo de la industria alimenticia y atendiendo a las demandas del mercado, aspectos que le ha servido para crecer y evolucionar.

Imágenes para el recuerdo