Cambios en una de las mayores compañías alicantinas del sector del rent-a-car. Mutua Madrileña ha tomado ya el control del consejo de administración de Centauro, después de que la aseguradora adquiriese por 130 millones de euros el 80% de la compañía que estaba en manos del fondo Portobello Capital. La operación, que se anunció el pasado verano, no se hizo efectiva hasta que en septiembre la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia dio su visto bueno, y es ahora cuando se ha oficializado el relevo en el máximo órgano de gobierno de la compañía.

Así, según publicaba ayer el Boletín Oficial del Registro Mercantil, Mutua Madrileña ha decidido situar al frente del consejo de administración de la firma de alquiler de coches a su director general adjunto de Transformación, Jaime Kirkpatrick, al que la aseguradora fichó el año pasado, procedente de la filial española de Aegon, donde era el consejero delegado. Kirkpatrick ocupará el cargo de presidente no ejecutivo, ya que el día a día de Centauro seguirá en manos de Erik Devesa, que se mantiene como consejero delegado, como ya hiciera durante la etapa de Portobello. Aunque la familia Devesa conserva un 20% del accionariado, lo cierto es que la decisión de mantenerlo como primer ejecutivo supone todo un reconocimiento a la gestión realizada por el directivo al frente de la firma y un voto de confianza.

En cuanto al resto de consejeros, la aseguradora presidida por Ignacio Garralda ha designado como nuevos miembros a Ernesto Mestre, subdirector general financiero y de riesgos de Mutua Madrileña, y a Conrado Espí, responsable de diversificación de la compañía. Además, el secretario general de la firma, Luis Bermúdez, será el secretario no consejero de Centauro.

La compra de la compañía de alquiler de coches forma parte del objetivo que la firma madrileña se marcó en su plan estratégico 2018-2020, que persigue diversificar su actividad y crecer con nuevos negocios que cubran «todas las opciones de movilidad» de sus clientes, según señalaron ayer desde la propia firma. Así, además de su entrada en el negocio del rent-a-car, que sólo en los últimos tres años ha crecido más de un 20% en toda España, la mercantil también adquirió una participación en el capital de Movo -una startup dedicada al alquiler de motos y patinetes impulsada por Cabify- y en el agregador Chipi, que permite a los usuarios valorar en cada momento cuál es la opción más rápida y barata para realizar cualquier desplazamiento.

Beneficio millonario

Fundada en 1973, Centauro se sitúa entre las siete principales compañías de alquiler de coches sin conductor del país. Cuenta con 33 oficinas en España, Portugal, Grecia e Italia y dispone de una flota media de más de 30.000 vehículos. En 2018 alcanzó una facturación de 86,6, millones de euros, un 17% más que el año anterior, y unos beneficios antes de impuestos de cerca de 15 millones, de acuerdo con la información facilitada por la propia compañía. Por su parte, Mutua Madrileña cuenta con una cartera de 13 millones de asegurados y unos ingresos por primas de 5.270 millones de euros, de acuerdo con las mismas fuentes.