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Los sectores económicos arrancan el año pendientes del Brexit y de la crisis con Irán

Los empresarios prevén que la economía y el empleo en Alicante sigan creciendo a un ritmo inferior y están preocupados por el impacto de las medidas fiscales y laborales del nuevo Gobierno de coalición

Imagen de la zona del tren en el puerto que traslada la mercancías de contenedores y mármol. pilar cortés

El impacto del Brexit y la evolución del actual clima de tensión entre EE UU e Irán son dos de los factores externos que más preocupan a los exportadores provinciales por la incidencia que puedan tener en el comercio internacional y, en consecuencia, en la economía alicantina a corto y medio plazo. «Todo lo que le suceda a EE UU nos afecta, además de que en los países árabes nosotros tenemos unos de nuestros grandes clientes; por lo no será una buena noticia para nosotros que la crisis entre ambos países se mantenga en el tiempo», advertía David Beltrá, presidente de la Asociación Mármol de Alicante. También Marián Cano, presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios de Calzado, (Avecal), apuntaba que factores como estos «no contribuyen a proporcionar la estabilidad que necesitamos». «Cualquier tensión internacional no es buena para el comercio y tampoco que suba el petróleo», subrayaba el ibense José Antonio Pastor, mandatario de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes. Y la tensión entre Irán y EE UU Irán está marcando la actualidad internacional, tras la reciente muerte de un general iraní en un ataque en el aeropuerto de Bagdad, la capital de Irak, realizado por el Ejército estadounidense, según confirmó el Pentágono. «La economía se mueve por el factor de confianza y el hecho de que haya inestabilidad, todo se resiente», resumía Juan Riera, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante.

Igualmente, el Brexit, que se producirá el 31 de enero, aunque existe el plazo de un año para negociar, sobre todo, el acuerdo comercial, también mantiene en vilo a los exportadores provinciales, dado que Reino Unido es un mercado prioritario para algunos sectores como el calzado. «Aunque, igualmente para el turismo y los sectores inmobiliario y hortofrutícola», apuntaba Riera, quien añadía que la incertidumbre persiste, sobre todo por saber cómo acabará el acuerdo comercial. Una preocupación en la que coincidía con Luis Rodríguez, secretario general de la patronal provincial del metal (Fempa).

Crecimiento más moderado

Y al margen de la incidencia que puedan tener todas estas variables, en el ámbito doméstico, los representantes de los principales sectores prevén que la economía alicantina seguirá creciendo en este año que acaba de empezar, «pero a un menor ritmo», según Juan Riera. «Alicante y la Comunidad Valenciana seguirán creciendo en 2020 por encima de la media nacional, pero lejos de lo que venía haciéndolo hasta ahora. Estimamos que será entre el 1,6% y el 1,8%», pronosticaba el presidente de la patronal CEV en Alicante, Perfecto Palacio.

En este contexto de desaceleración, que reconocen los sectores, la evolución del empleo irá pareja con la ralentización de la economía, es decir, con una creación de puestos de trabajo moderada, según coincidían Marián Cano y Luis Rodríguez. En 2019, bajó el paro en todos los sectores «y esperamos que siga siendo así este año, pero esto va a exigir un mayor esfuerzo por parte de los diferentes gobiernos, y no sólo de las empresas y trabajadores», alertaba Perfecto Palacio. El presidente de la Asociación Mármol de Alicante, por su parte, se mostraba menos optimista sobre la evolución del empleo. El representante de esta industria implantada en el Medio Vinalopó y que lleva años sumida en una crisis exportadora cree que en el sector «puede haber algún ajuste laboral más. Pero espero que sea para tocar fondo y empezar a mantener la actividad», confiaba.

Evitar incertidumbres

Por otra parte, cierto es que los representantes empresariales han mostrado preocupación por las futuras medidas del Gobierno en materia laboral y fiscal, pero no han entrado a profundizar en los efectos que podrían causar las avanzadas en el acuerdo PSOE-Podemos, antes de la investidura de Pedro Sánchez, ayer, como la contrarreforma laboral, que supondría la derogación parcial de la normativa aprobada en 2012 por Mariano Rajoy. Los dirigentes sectoriales sí reclaman que «medidas de este tipo deberían ser consensuadas con todos los agentes sociales para evitar que se generen incertidumbres innecesarias», apostillaba Marián Cano.

Una reclamación que también hacían CC OO y UGT que consideraban esencial la negociación de las medidas en el marco del Diálogo Social, pero que, además, exigían que el futuro Gobierno debe incentivar la mejora de los salarios y la creación de empleos de calidad, «para acabar con la precariedad, la temporalidad, la parcialidad de los contratos y la economía sumergida que hay en esta provincia», según coincidían José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo de CC OO en l'Alacantí-Les Marines y su homóloga en UGT en las mismas comarcas, Yaissel Sánchez. Esta, además, incidía en que hay que consolidar la implantación del Distrito Digital en Alicante «para atraer nuevas inversiones y la creación real de puestos de trabajo en la provincia vinculados al sector tecnológico».

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