Un día más la presentación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) registra destacados aumentos en la provincia y en la Comunidad, conforme las empresas van acusando el impacto de la crisis del coronavirus y el descenso de la actividad e ingresos en la actual situación de estado de alarma. El último balance de la Conselleria de Economía Sostenible cifra en 1.472 los procedimientos presentados en una sola jornada que afectan a 6.232 trabajadores. Con estas cifras, el total de ajustes laborales en la provincia desde el 12 de marzo hasta el lunes a medianoche ascienden a 5.606 y son 29.495 los despidos temporales.

En el ámbito de la Comunidad Valenciana el aumento es paralelo, ya que el total de expedientes alcanza los 14.996 y los trabajadores afectados suben a 98.643, que representan 3.810 procedimientos y 8.358 empleados más que el día anterior.

Desde el pasado 12 de marzo, se han presentado ante la Dirección General de Trabajo 146 expedientes de reducción de jornada que afectan a 18.505 trabajadores. En lo que se refiere a la provincia de Valencia, se han solicitado ya a la Conselleria de Economía 7.391 ajustes laborales para 41.114 profesionales, mientras que en la de Castellón la cifra se eleva a 1.853 expedientes y 9.529 despidos temporales.

Servicios e industria

Por otra parte, en esta crisis, el 98% de los casos es de empresas del sector de servicios, sobre todo de la hostelería y del comercio. Pero, igualmente, la industria ha recurrido ya a esta fórmula incluida en el plan de medidas del Gobierno para intentar paliar el impacto de la emergencia sanitaria. Ayer mismo, representantes del juguete y del textil aseguraron que una parte de las empresas de estos sectores han presentado ERTE por el parón del comercio. En estos casos, las causas, en su mayoría, han sido productivas, organizativas y económicas, lo que significa que los empresarios mantienen el pago de cuotas a la Seguridad Social.

No podían aducir «fuerza mayor», como en el ERTE exprés, pero el decreto también prevé estos otros motivos porque son consecuencia indirecta de la crisis del coronavirus, explicaron Càndid Penalba, presidente de la patronal textil de la Comunidad (Ateval), y José Antonio Pastor, mandatario de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ). Ambos justificaron que las compañías no han tenido más remedio que presentar ERTE «dadas las cancelaciones de pedidos y el cierre de comercios», que son sus principales clientes, subrayaron. Pero, igualmente, empresas del calzado y de la industria del metal han presentado ya o están estudiando la solicitud de despidos temporales.

ERTE en Levantina

Asimismo, por causas organizativas, productivas y económicas ha anunciado Levantina, el gigante del sector del mármol en España, una suspensión de empleo temporal para 630 trabajadores, entre los 480 operarios de las cinco plantas de producción que tiene en Novelda y los 150 de la cantera, situada entre los términos municipales de Pinoso y Algueña. Según han informado los sindicatos, el ERTE durará mientras esté vigente el estado de alarma. El caso de Levantina es uno de los más preocupantes, dado que es un referente del sector en España, uno de los motores de empleo de la comarca del Vinalopó y hace apenas un mes que cerró otra regulación de empleo, que supuso la salida de 45 trabajadores. Un ajuste laboral que, además, se producía justo al año de acordar otro ERE, que se saldó con 234 despidos.

La patronal CEV y el Consejo de la Cámaras de la Comunidad apuestan por la continuidad de la actividad económica, «siempre que se cumplan las medidas de seguridad sanitaria». Algunos presidentes autonómicos han planteado endurecer las medidas y «limitar algunas actividades no esenciales». Salvador Navarro, presidente de la CEV, señaló que es compatible cumplir estas medidas de protección con mantener la actividad. Además, dijo que es «muy complejo» decidir qué actividades serían «esenciales». También el presidente del Consejo de Cámaras de la Comunidad, José Vicente Morata, advirtió de que «no podemos permitir que se hundan las exportaciones».

Por otra parte, los efectos de esta crisis están impactando ya en la industria alicantina. La mayoría funciona a medio gas y otras han reducido mucho su actividad, como el textil y el juguete. El calzado lo irá haciendo poco a poco, «porque los comercios están cerrados y se han anulado pedidos a nivel nacional y europeo», según fuentes de la patronal zapatera de la Comunidad.

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