El sector del comercio no duda en calificar de «desastroso» el momento que está viviendo, con un descenso de las ventas de hasta el 40%. La ausencia de visitantes extranjeros y el impacto de la crisis en eventos como bodas, comuniones o fiestas ha tenido unos efectos devastadores. Las tiendas dedicadas al textil y al calzado se encuentran entre las que peor lo están pasando, y las zonas de costa son las más afectadas debido, como queda dicho, a la caída del número de turistas. Los cálculos que se manejan para el conjunto de España indican que la crisis puede propiciar el cierre del 20% de los comercios, cifra que en la provincia sería mayor si se atiende a la dependencia que muchas de ellas tienen del turismo. El sector ha dado por perdida la campaña estival y ya mira hacia la navideña como tabla de salvación, aunque todo ello en un ambiente de incertidumbre.