Vivimos en la denominada sociedad de la información, donde la tecnología digital es una pieza fundamental en cualquier ámbito: profesional, personal, familiar, empresarial o administrativo. Tareas cotidianas como informarse, comunicarse con otras personas, formarse, trabajar o buscar trabajo, comprar en línea, entretenimiento e interactuar con la administración, exigen un uso correcto de la tecnología digital.

Estamos rodeados de entornos que cada vez se digitalizan más y que exigen unas habilidades específicas para desenvolverse en ellos. Son lo que se denominan "competencias digitales", es decir, un conjunto de conocimientos, destrezas, capacidades, habilidades y actitudes necesa­rias en torno al uso eficaz, crítico, seguro y creativo de las tecnologías de la información y la comunicación para alcanzar los objetivos relacionados con el trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el tiempo libre, la inclusión y participación en la socie­dad.

Según los resultados del índice de Economía y Sociedad Digital (DESI) publicados en junio de 2020 por la Comisión Europea, que analiza el rendimiento digital general de los estados miembros respecto a su competitividad digital, España ocupa el puesto número 11. En unos indicadores España se encuentra bien situada, pero en otros no tanto. En este sentido, será interesante conocer la situación en la provincia de Alicante con el fin de poder establecer líneas de trabajo que mejoren nuestra competitividad digital.

En este contexto, nace el proyecto "Educación digital. Acciones de competencias digitales-1. 0verview Step" (EDUlDIGITAL) del CENID con el fin de observar y calibrar la situación actual en nuestra provincia en torno al caudal de competencias digitales existentes. Para ello, nos planteamos como objetivo conocer al detalle qué competencias digitales percibe la ciudadanía que tiene adquiridas y en qué grado y rango de utilización y aplicación. Se incidirá en las competencias vinculadas a la relación entre los ciudadanos y los organismos públicos. En este sentido, es necesario que, tanto el empleado público, como los clientes, usuarios o ciudadanos, adquieran una serie de competencias digitales básicas. Se trata de establecer hasta qué punto las competencias digitales son, no solo útiles per se en la actualidad, sino coherentes y adecuadas para responder a los retos que la sociedad digital de nuestra provincia plantea.

Ahora bien, ¿qué competencias digitales son necesarias? En este sentido, la Comisión Europea publicó en 2016 un marco de referencia común: DigComp (The Digital Competente Framework for Citizens). Según este marco en su versión actual, DigComp 2.1, las competencias digitales se engloban en 5 áreas: información y alfabetización de datos, comunicación y colaboración online, creación de contenidos digitales, seguridad en la red y resolución de problemas.

Estas competencias digitales aluden a aspectos tales como la búsqueda y evaluación de información en Internet o la gestión de datos. Asimismo, atañen a la interacción con otras personas: compartir información, colaborar, participar y seguir unas normas de conducta. También hacen referencia a la creación de contenido digital y los derechos de autor, así como a la seguridad, la protección de dispositivos, la protección de datos personales y privacidad, y la protección de la salud y el bienestar. Por último, aluden a la resolución de problemas técnicos, uso creativo de lo digital e identificación de brechas digitales.

Consideramos que las competencias digitales son necesarias para que los ciudadanos y ciudadanas puedan desarrollarse personal y profesionalmente; que formen parte, en definitiva, de la sociedad, que es, en sí, digital y, con ello, no quedar en riesgo de exclusión de la misma.

La sociedad digital en general y, en concreto, la sociedad que conforma la provincia de Alicante, necesita una ciudadanía competente en entornos tecnológicos y digitales. Como parte que somos de este siglo XXI, debemos estar preparados para afrontar este reto y poder pensar en una transformación hacia una ciudadanía digital que defina, en el caso de nuestra provincia, un contexto marcado por el progreso, seguridad y bienestar.