Pocos sectores han acusado el golpe del coronavirus como lo ha hecho el turismo y cada nueva cifra que se conoce viene a confirmar la magnitud del desastre. Las restricciones de movimientos y la supresión de vuelos han impedido en la práctica la llegada de visitantes internacionales durante la mayor parte del año, lo que se ha traducido en una pérdida de ingresos que, en el caso de la Comunidad Valenciana, alcanzó los 6.685 millones de euros hasta el mes de noviembre, según se deduce de los últimos datos del INE sobre movimientos en fronteras y gasto turístico.

En concreto, la estadísticas reflejan que en los once primeros meses del año pasado entraron en la autonomía 2.477.128 turistas extranjeros, lo que representa una caída del 72,7% sobre el mismo periodo de 2019. No obstante, la realidad es aún más dura, ya que buena parte de estos visitantes se contabilizaron durante el primer trimestre, antes del estallido de la pandemia, y muchos meses el descenso real supera el 90%, como ocurrió en noviembre, cuando apenas se contabilizaron 53.946 visitantes.

Esto se tradujo en una caída del gasto que realizaron estos turistas del 73,66%, lo que supuso que los ingresos por estos desplazamientos se redujeron desde los 9.075 millones contabilizados en 2019 a menos de 2.400 millones durante el mismo periodo de 2020. «Un desastre sin paliativos», en opinión de la secretaria general de la asociación hotelera de Benidorm Hosbec, Nuria Montes, a pesar de que las cifras de la Comunidad son ligeramente mejores que las nacionales: en toda España el descenso del gasto turístico internacional alcanzó el 78%, lo que supuso una pérdida de ingresos de casi 68.000 millones.

La terminal del aeropuerto de El Altet, prácticamente vacía. | ÁLEX DOMÍNGUEZ

«Entre las cuarentenas y la ausencia de vuelos, directamente, no hay mercado», se lamentaba la responsable de la patronal hotelera, que ayer publicaba su particular «Carta a los Reyes Magos», con las peticiones que realizan los empresarios para tratar de paliar la situación.

La primera de ellas es la prórroga de los ERTE al conjunto de 2021 y, además, con exoneración del 100% de las cuotas a la Seguridad Social, ya que los hoteleros no prevén que haya una actividad significativa hasta el próximo verano y aseguran que no pueden seguir soportando este coste. De hecho, en el caso de Benidorm, en estos momentos apenas hay abiertos 10 de los 150 hoteles del municipio y se prevé que la próxima semana cierren la mitad de los que quedan operativos, según Montes.

Pero, además, desde Hosbec solicitan un programa de ayudas directas que permita sobrevivir a las empresas y exigen que se acelere la vacunación con el objetivo de que se pueda reactivar al menos la movilidad nacional de cara a Semana Santa. También piden que la UE unifique las pruebas diagnósticas y requisitos que se exigen a los viajeros, que los ayuntamientos se sumen a las ayudas y que los fondos europeos de utilicen de forma útil.