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La DANA y el exceso de lluvias llevan a pérdidas a las salinas de Torrevieja

La compañía que explota las lagunas registra unos números rojos de 3,2 millones de euros tras caer la producción de sal alrededor de un 60%

Extracción de sal en las salinas de Torrevieja. TONY SEVILLA

Primero fue la DANA, que asoló el sur de la provincia en septiembre de 2019 con cantidades que superaron los 200 litros por metro cuadrado. Pero es que en octubre se repitieron las lluvias torrenciales, con más de 40 litros por metro cuadrado, y lo mismo ocurrió en diciembre (94 litros), enero (71) y hasta en el mes de marzo (61). El exceso de precipitaciones registrado durante el último ejercicio fiscal de la Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja -de julio de 2019 a junio de 2020- impidió que cuajara la sal en las lagunas y acabó llevando a pérdidas a la sociedad, que se encarga de la explotación de este humedal.

Así lo reflejan los últimos balances depositados en el Registro Mercantil por la compañía, constituida en el año 1951 y que ahora pertenece a la multinacional francesa Grupo Salins. De esta forma, tras dos años en positivo, la firma registró el año pasado unas pérdidas de 3,2 millones de euros, fruto de la caída de producción que registró.

Tal y como explican los propios responsables de la empresa en el informe de gestión, el exceso de aportación de agua dulce que recibieron las lagunas se tradujeron en una caída del 60% de la cosecha de sal, desde las 598.392 toneladas del ejercicio anterior, hasta las 240.601.

Desde la firma, en cualquier caso, destacan que, a pesar de esta menor producción, han podido servir a todos sus clientes gracias a la importación de sal desde otras instalaciones del grupo, con presencia en multitud de países, como Italia o Túnez.

De esta forma, la facturación descendió en una proporción mucho menor, un 25,8%, al pasar de 12,4 a 9,2 millones de euros. En este sentido, hay que tener en cuenta que casi cinco millones son por prestación de servicios al socio único de la firma, una cantidad que se mantiene.

La Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja (NCAST) es la firma responsable de la producción de la sal mediante la explotación de las lagunas y vende la totalidad de su cosecha a Unión Salinera de España, la filial del Grupo Salins en nuestro país, que se encarga de comercializarla. Unión Salinera también paga a NCAST para que transforme y ensaque dicha sal.

ERTE para la plantilla

El exceso de precipitaciones también llevó a que la sal no cuajara este año 2020 en su época habitual, entre los meses de julio y agosto, lo que supuso que la compañía solicitara un ERTE para 29 de sus 81 trabajadores directos. Uno de los pocos expedientes que se pidieron sin tener relación con los efectos de la pandemia. Por fortuna, el cuaje llegó en los meses de octubre y noviembre, lo que permitió que los trabajadores volvieran a la actividad. Eso sí, fuentes de la compañía reconocían ayer que el nivel de producción todavía no se ha recuperado del todo, algo que esperan que suceda ya en el próximo ejercicio fiscal de la firma, a partir del próximo mes de julio.

Además de su uso alimentario, buena parte de la cosecha de sal de Torrevieja se utiliza para evitar la formación de hielo en las carreteras durante los temporales y buena parte se exporta a los países del norte de Europa con esta finalidad. Además, la sal también se utiliza en distintos procesos químicos.

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