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La Unió prevé un descenso del 15% en la cosecha de almendra en la provincia

La organización agraria teme una campaña de «película de terror» ya que a la menor producción se suma también un caída de los precios

Recolecta de almendra en un campo de Villena.

Los productores de almendra de la provincia temen enfrentarse este año a una tormenta perfecta que dé al traste con cualquier atisbo de rentabilizar sus cultivos. Las malas condiciones climatológicas de esta primavera y los graves problemas fitosanitarios que arrastran muchas parcelas hacen prever un recorte de alrededor del 15% en la cosecha de este año, hasta las 3.154 toneladas, lo que mermará aún más los ingresos de los agricultores, que ya se han visto muy afectados por la constante caída de precios que viene experimentando este fruto seco.

Así lo advirtieron este lunes desde La Unió de Llauradors que aseguró que la coyuntura actual es «el escenario perfecto para una película de terror, con consecuencias terribles para muchas de nuestras zonas rurales». Un escenario que se repite en toda la Comunidad, con un descenso del 15% también en Valencia, donde se esperan 2.897 toneladas, y de hasta un 40% en Castellón, donde las previsiones apuntan a la recogida de 1.200 toneladas.

En este sentido, el responsable del sector de frutos secos de La Unió, Ricardo Beltrán, señaló que muchas plantaciones han llegado «tocadas» tras la cuantiosas lluvias que se registraron el pasado otoño y que provocó problemas de hongos en muchos árboles que, además, no pudieron tratarse porque no se podía acceder a las parcelas al estar embarradas. Por si esto fuera poco, las precipitaciones de esta primavera han afectado al cuaje a las variedades de almendra más tardías, lo que también ha afectado a la producción.

Desde La Unió recordaron que esta merma de la cosecha se produce después de que el pasado ejercicio ya fuera «uno de los peores que recuerda el sector de los últimos años», con un precio medio en la almendra comuna de alrededor de 3,08 euros, un 38% inferior al de 2019.

Sin embargo, lejos de mejorar, en lo que va de año la cotización sigue a la baja semana tras semana. Así, en mayo los precios eran un 29% inferiores a los del año pasado y un 43% por debajo de los que marcaba el mercado hace dos ejercicios, según apuntaron desde la organización agraria.

A este respecto, desde La Unió denunciaron que otro de los motivos de esta mala evolución es el aumento de las importaciones, que hasta febrero habían crecido un 15%, según explicó Beltrán. «No tiene ningún sentido que los distribuidores están comprando fuera cuando aún queda mucha almendra nacional sin vender en los almacenes», aseguró el agricultor.

En este sentido, la organización lamentó la «especulación» que, a su juicio, existe en este mercado, dominado por los grandes productores norteamericanos, donde la superficie cultivada no deja de crecer.

Ante esta situación, desde La Unión reclaman que se recupere la ayuda nacional a los frutos de cáscara de plantaciones tradicionales de secano, donde el rendimiento es bajo. También exigen un plan de reconversión que permita adaptar las explotaciones de secano a variedades con mayor demanda comercial. Además, piden más fondos para programas de investigación con el que combatir los problemas fitosanitarios que existen -entre ellos la xylella- y que se arranquen las parcelas abandonadas. También reclaman el uso prioritario de almendras locales en las producciones industriales de la Comunidad.

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