El Banco Sabadell empezó a concretar ayer las cifras el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que quiere aplicar a la plantilla para mejorar sus cifras de rentabilidad. En la primera reunión con los sindicatos dentro del plazo de consultas previo a la negociación formal, la dirección de la entidad comunicó su intención de desprenderse de 1.900 empleados, lo que supone el 13% de toda su plantilla. Una cifra que los representantes del personal consideraron desproporcionada, sobre todo si se tiene en cuenta que durante el primer trimestre ya salieron de la entidad otros 1.800 profesionales, fruto del acuerdo que se alcanzó a finales del año pasado, a los que hay que sumar las prejubilaciones por cuestiones de edad que también se han registrado estos meses.
En el caso de la provincia Alicante, estos procesos supusieron la marcha del banco de alrededor de 350 trabajadores durante el primer trimestre del año pasado, lo que ha dejado la plantilla actual en unos 1.700 trabajadores, entre el personal de oficinas y el que emplean los distintos departamentos de los servicios centrales que el Sabadell tiene en la provincia, según fuentes de la federación Sibs Sicam-Aprobas SI y de CC OO. Una cifra que ahora volvería a reducirse.
Este último sindicato calificó ayer de «desproporcionada, irreal y un insulto a la plantilla» la cifra propuesta por la entidad, que consideran que no se justifica por la situación del banco, y reclaman un nuevo acuerdo que incluya únicamente prejubilaciones y jubilaciones anticipadas ya que consideran que existen suficientes trabajadores mayores de 55 años para acometer un recorte considerable.
En la misma línea, desde la federación Sibs Sicam-Aprobas SI rechazaron ayer que exista un excedente de plantilla e insistieron en que no aceptarán ningún planteamiento que no pase por salidas únicamente de carácter voluntario, sobre todo después de que el banco declarara 221 millones de beneficio en el primer semestre, un 51% más que el año anterior.
Sin embargo, desde la entidad insistieron en la necesidad de mejorar la rentabilidad del banco -el beneficio declarado apenas supone un ROE del 3% cuando el coste de capital, es decir, las ganancias que reclaman los inversores al sector financiero para considerarlo atractivo ronda el 9%-, y recordaron que el plan estratégico pasa por una mayor apuesta por la digitalización, lo que supone una menor necesidad de personal en las oficinas.
Desde el banco señalaron que la mayor parte del ajuste se quiere hacer con prejubilaciones, aunque reconocieron que habrá extinciones de contratos, es decir, despidos. Eso sí, apuntaron que «primará» la voluntariedad y que habrá un plan de recolocaciones, que se ha encargado a Manpower.
