El Black Friday de los 'ecommerce' alicantinos: más ventas aunque con menos descuento inicialÁxel Álvarez
Por mucho que algunos lo sigan criticando como una costumbre importada, el Black Friday de este año volverá a batir récords de ventas, a pesar o, precisamente, por los efectos que la inflación está causando en los presupuestos de la mayoría familias. La cercanía de esta campaña ha provocado que muchos ciudadanos lleven semanas retrasando algunas compras importantes a la espera de la llegada de los descuentos, mientras que otros muchos lo que harán será adelantar las compras de Navidad, con el mismo objetivo de ahorrarse algunos euros.
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La consecuencia será que este año más que nunca los días alrededor del Black Friday –el próximo viernes- y del CiberMonday –el próximo lunes- concentrarán gran parte de los pedidos de este último tramo del año, lo que beneficiará especialmente a aquellas marcas y plataformas que operan en internet, donde resulta más fácil comparar precios.
Así, de media los principales ecommerce de la provincia esperan un incremento de sus ventas de entre el 15% y el 25% sobre las cifras que cosecharon el año pasado, de acuerdo con los cálculos del CEO de la consultora 3Dids, Andrés de España. "Hay que tener en cuenta que el porcentaje de compradores online sigue creciendo año tras año, porque aún hay una parte de la población que no se ha incorporado a este canal", recuerda el experto, que señala que en los últimos cuatro años el comercio electrónico no ha dejado de aumentar a un ritmo vertiginoso y que, además, los compradores son cada vez más expertos.
Más productos en el carrito
A este respecto, De España apunta que una de las consecuencias de la inflación es que los consumidores están más atentos a la evolución del precio de aquellos productos que les interesan. La prueba es que el volumen de productos almacenados en los carritos de las páginas web que gestiona su consultora –los que los clientes guardan para más tarde- han aumentado un 60% con respecto a las mismas fechas del año pasado.
Eso sí, estas buenas previsiones no significan que todo vaya sobre ruedas. Del mismo modo que en 2020 las empresas tuvieron que hacer frente a los enormes stocks sin vender acumulados durante el confinamiento; y en 2021 la principal complicación vino por los problemas de logística, que dificultaron el aprovisionamiento de los comercios; este año las marcas se ven amenazadas por las subidas de precios que han experimentado los productos como consecuencia de la inflación. Una subida de costes que limita su capacidad para realizar descuentos.
De esta forma, según De España, los descuentos de partida de muchas tiendas están siendo de hasta un 30% –lo que significa una media real de entre el 15% o 20%- y sólo para el último momento se prevé pasar al hasta un 50%. "Lo que no creo que veamos son muchos carteles del 70%, aunque de cara al Ciber Monday todo dependerá de cómo vaya el fin de semana", reconoce el CEO de 3Dids.
En cualquier caso, el esfuerzo merece la pena ya que para algunos 'ecommerce' esta campaña ya supone más de un 30% de su facturación anual. "En una semana puedes vender lo mismo que en varios meses", reconoce, por ejemplo, la fundadora de la firma de cosmética ilicitana Natta Beauty, Natalia Ortiz. "La gente aprovecha para cargar el carro y comprar más cantidad o probar productos nuevos ahora que están con descuento", señala la emprendedora, que asegura que el importe medio por compra más que se duplica sobre las cifras habituales.
Moda de fiesta
En determinados sectores, como el de la moda, los aumentos de ventas que se esperan son incluso superiores a la media que apuntan desde la consultora alicantina. "Nuestras previsiones apuntan a un incremento de alrededor del 35%", asegura el director general de la firma de moda y complementos Cuplé, Francisco Sánchez. Una mejora que viene dada, en parte, por el cambio de tendencia que se observa en el tipo de productos que se están adquiriendo. Y es que, tras dos años enfundados en el chándal y la ropa casual, vuelve a crecer la venta de ropa para eventos y para salir de fiesta.
Ahora la gran duda es si este aumento de las ventas durante el Black Friday será suficiente para compensar la retención del consumo que se observa desde finales de octubre, según explica Sánchez, que confía en que el aumento de ventas, pese a todo, se prolongue hasta Navidad. "Nosotros esperamos una campaña muy buena", asegura el empresario.
Lo que no se prevé es un aumento de las devoluciones que, según Andrés de España, en esta época se mantienen en niveles similares a los de todo el año. Unos niveles que varían desde el 24% de pedidos que de media de retornan en el caso del calzado o el 18% de la ropa, hasta solo el 2% que supone en el caso de la electrónica.
Un cartel anuncia los descuentos del Black Friday en un comercio de Alicante.
Un tercio de las ventas de Navidad en el comercio físico
La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), que agrupa a las grandes superficies españolas, también prevé "una buena campaña del Black Friday", que, según apuntan, ya representa también hasta un tercio de las ventas de la campaña navideña en el comercio físico. En este sentido, recuerdan que, a pesar del avance de internet, el 75% de las compras aún se realizan en tiendas a pie de calle o en los centros comerciales, aunque muchas veces el consumidor haya consultado antes las distintas opciones en la web. En la misma línea, desde Anged apuntan que la crisis energética y las consecuencias de la inflación están marcando la predisposición de los compradores y que los descuentos del Black Friday suponen un estímulo para recuperar las compras que muchos clientes están postergando. Las grandes superficies también confían en que la llegada del frío estos días y la apertura de los comercios el próximo domingo contribuyan al éxito de esta campaña del Black Friday, que no deberá afrontar problemas de logística y gestión de proveedores como ocurrió el año pasado.