El menor consumo empuja a la baja la producción industrial en la provincia de Alicante

La actividad empresarial cae un 4,6 % lastrada también por el exceso de stock en la distribución

Una operaria ewn una empresa textil de Banyeres.

Una operaria ewn una empresa textil de Banyeres. / JUANI RUZ

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Le había costado a la industria de la provincia recuperar la actividad tras el duro golpe que supuso el impacto de la pandemia, pero al final lo había conseguido, con crecimientos sostenidos de las cifras de facturación. Sin embargo, esa dinámica positiva parece haberse interrumpido, como lo demuestra el hecho de que el Índice de Producción Industrial (IPI) ha bajado un 4,6 % en términos interanuales. El descenso del consumo se encuentra detrás de este retroceso, así como el stock acumulado por la distribución. Todo, además, en un escenario en el que las exportaciones se están resintiendo en un marco de inflación y subida de tipos.

Lo datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ponen en evidencia que el índice se redujo en la Comunidad Valenciana y, por extensión, en la provincia de Alicante, alrededor de un 4,6 % el pasado mes de junio, un porcentaje mucho más acusado que el 1,4 % registrado en el conjunto de España. La razón de esta diferencia está relacionada con el tipo de sectores predominantes en territorio alicantino, manufactureros y dedicados a la producción de bienes de consumo, precisamente el factor que está fallando ahora.

El IPI, en concreto, ha bajado en seis comunidades autónomas y ha caído en las otras once. Canarias (8 %), Madrid (4,2 %) y La Rioja y Cataluña, ambas con un 3,4 %, anotan los mayores incrementos, mientras que Murcia (-13,2 %), Asturias (-9,1 %) y Andalucía (-6,3 %) los mayores descensos. En lo que va de año, además, la producción industrial en la Comunidad Valenciana ha bajado un 1,6 % frente a la media de España, que se anota una caída del 0,2 %. Con el descenso de junio, el índice retrocede a las tasas interanuales negativas, después de haber registrado en mayo un aumento también del 0,2 %.

La producción de la industria de energía fue la que más se redujo en el sexto mes del año, con una caída interanual del 9,5 %. A continuación aparecen en la relación los bienes de consumo duradero (-3,3 %) y los bienes intermedios (-3,1 %), mientras que los bienes de equipo y los bienes de consumo no duradero aumentaron en un 4,6 % y un 1,7 % respectivamente.

Corregida de efectos estacionales y de calendario, la producción industrial bajó un 3 % en junio con relación al mismo mes del año anterior, una tasa 2,4 puntos inferior a la de mayo. En términos mensuales, es decir, con relación a mayo, la producción industrial retrocedió un 1 %, lo que supone una tasa 1,5 puntos inferior a la registrada en el quinto mes del año.

Pero, ¿qué es lo que se encuentra detrás de esta caída de la actividad? Los principales sectores industriales de la provincia de Alicante coinciden en una cuestión irrefutable, como es la bajada del consumo. Así lo asevera la presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marián Cano, quien no duda a la hora de señalar que en los últimos meses ha habido un cambio de tendencia. «La gente está priorizando el ocio y las vacaciones este verano, y eso lo están notando las empresas, a las que no les entran ni mucho menos los pedidos que registraron el año pasado en esta misma época, cuando el mercado tuvo un comportamiento extraordinario después de los peores momentos de la pandemia», enfatiza.

Y ese fenómeno no se está registrando solo a nivel nacional, sino que también se está dejando notar en los mercados exteriores, hasta el punto de que las exportaciones se están resintiendo. Según Cano, «Alemania, que es un destino muy importante para nuestro sector, está de capa caída, y también vemos signos negativos en Estados Unidos».

La esperanza de los fabricantes de calzado está depositada en lo que pueda pasar después del verano, aunque las sensaciones, de entrada, no son muy positivas. «Cruzamos los dedos, pero hay factores inquietantes como la inflación, que sigue ahí, y la subida de los tipos de interés que, entre otras cosas, ha encarecido las hipotecas, así que no sabemos lo que quedará para la moda», subraya.

En parecidos términos se expresa el presidente de la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), Luis Rodríguez, quien incide también en cuestiones como el aumento del precio del dinero, unos costes energéticos que no acaban de recuperar la normalidad y una inflación que sigue en niveles elevados. «Todo ello -destaca- hace que el consumo se resienta, algo a lo que las empresas no son ni mucho menos ajenas».

Rodríguez, además, hace referencia a otro factor, como es el exceso de stock. Así, recuerda que la pandemia trajo consigo una ruptura de las cadenas de distribución, que propició que la gente se sobreabasteciera con el regreso a la normalidad por temor a que pudiese volver a pasar lo mismo. «El resultado -indica- es que ahora hay exceso de producto en los almacenes, por lo que habrá que esperar a que vaya saliendo».

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval), Pepe Serna, también llama la atención sobre el hecho de que en los últimos tres meses la actividad de las empresas se ha reducido. «El consumo -señala- es menor, y no parece que vaya a mejorar tras las vacaciones, cuando la gente tenga que hacer frente a los gastos escolares y de las hipotecas». 

«Además -añade-, nos encontramos con que gigantes como China y Estados Unidos no viven un buen momento a nivel interno, de manera que están tratando de colar más mercancía por nuestros principales mercados, aumentando la competencia».

No es ajena tampoco a este contexto la industria juguetera. El director de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor, destaca que desde el inicio del año el consumo está estancado, y que las previsiones no son demasiado optimistas, más allá de que acontecimientos como el éxito desbordante de la película de Barbie pueda acabar repercutiendo de manera favorable sobre el conjunto del sector.