Un banco que trata a las empresas como personas

El motor de generación de riqueza y crecimiento económico de un país reside en sus empresas: mueven la inversión y crean empleo. Los bancos estamos para acompañarles en la circulación del dinero para que puedan invertir en nuevos proyectos, internacionalizarse saliendo a nuevos mercados y mejorar su competitividad. Para ello, les prestamos la máxima atención teniendo un peso creciente tanto en nuestro crédito como en nuestra actividad. 

Nuestro vínculo y compromiso con las empresas familiares es tan sólido como los 146 años de historia de Ibercaja. Compartimos muchos valores con ellas como el arraigo territorial, la visión de largo plazo, el sentido de responsabilidad con las personas. De hecho, somos un banco que tratamos a las empresas como a las personas. Les acompañamos en los momentos financieros clave como la sucesión generacional, las operaciones de compraventa e inversión o las fusiones y reestructuraciones, ofreciéndoles nuestro conocimiento en materia jurídica, fiscal y de planificación patrimonial. 

Con el nuevo servicio Ibercaja Empresa Familiar ofrecemos información y orientación experta a las empresas familiares y a sus propietarios, proporcionándoles materiales específicos para aportar valor más allá de la financiación. También organizamos eventos en torno a temáticas de su interés y ponemos a su disposición una oferta comercial exclusiva para apoyar el crecimiento y evolución de las empresas familiares, grandes protagonistas del desarrollo del tejido productivo de nuestra economía.

Evidentemente nos movemos en un entorno retador y exigente, en el que de forma permanente las empresas tenemos que adaptarnos y avanzar. Hoy en día todas las empresas estamos inmensas en procesos de transformación que pasan por la tecnología y la sostenibilidad. Conceptos ambos que conllevan grandes posibilidades en la mejora de la eficiencia de los negocios. La inflación incide directamente en los costes de cualquier proyecto lo que conlleva, más que nunca, un riguroso análisis de retorno de las inversiones a realizar, adecuando los flujos de caja y la financiación necesaria para garantizar una adecuada gestión de la liquidez, a la vez que se avanza en la mejora de la rentabilidad derivada de esas nuevas inversiones. 

Además, en Ibercaja estamos realizando un acompañamiento personalizado a las empresas que tienen proyectos de inversión para que obtengan las ayudas de los fondos europeos. Complementamos sus necesidades con financiación adicional y facilitamos la anticipación de las ayudas concedidas. Tenemos el compromiso de que ningún proyecto viable se quede en el camino.

En definitiva, son tiempos difíciles y las empresas tenemos el reto de mejorar nuestra competitividad. A pesar de las dificultades y de la incertidumbre, no son los peores tiempos que nos ha tocado afrontar. Solo hace falta poner en práctica los aprendizajes del pasado: mantener la serenidad en la toma de decisiones, impulsar la profesionalidad en la gestión de la empresa, priorizar la innovación y la mejora continua en todos los procesos y apostar por la inversión necesaria para hacer las empresas más competitivas.