Carmencita, un siglo de sabor y tradición que conquista el mundo

El legado que ha dejado Jesús Navarro Jover ha revolucionado el mundo de las especias desde que aquel noveldense comenzara en el negocio de las carteritas de azafrán

La nueva fábrica de la compañía, una de las más modernas de Europa.

La nueva fábrica de la compañía, una de las más modernas de Europa.

Mar Vives

Mar Vives

El próximo 15 de noviembre se celebra la IV Gala del Club de Empresas Centenarias, en la que seis empresas centenarias alicantinas serán galardonadas por su solidez, constancia y visión. A lo largo de sus extensas y firmes trayectorias, estas compañías han tejido historias de éxito y resiliencia que han resistido el paso del tiempo y han forjado sus nombres en la historia económica de la provincia.

La iniciativa, organizada por la Cámara de Alicante y AEFA; patrocinada por la Diputación de Alicante y Cajamar; y con el Ayuntamiento de Alicante, KPMG, Padima, Museo Comercial y el diario INFORMACIÓN como colaboradores, pone en valor no sólo la longevidad de las empresas galardonadas, sino también su capacidad para prosperar adaptándose a las circunstancias económicas y manteniendo un compromiso con la calidad y la excelencia.

Carmencita, en sus cien años de vida, se ha convertido en empresa líder del sector de las especias. Por ello se ha convertido en una de las nuevas empresas centenarias que este año se incorporan al club. Sin cesar de crecer elaborando sus propias mezclas, Carmencita encuentra sus orígenes en la tenacidad y la visión comercial del noveldense Jesús Navarro Jover, hijo de campesinos en una familia con seis hermanos. El joven trabajó en una fábrica de zapatillas de esparto pero siempre soñó en trabajar para sí mismo, en ser su propio jefe. Años más tarde, para que ningún niño se quedara sin estudios, regaló varios terrenos con la única condición de que se convirtieran en escuelas públicas. Hoy siguen honrando su memoria: el colegio Jesús Navarro y la escuela infantil municipal Carmen Valero.

Ejemplo de lucha y solidaridad con la sociedad

Ejemplo de lucha y solidaridad con la sociedad / informacion

En aquella época, en su Novelda natal se comerciaba con especias, sobre todo azafrán, que se traía desde la Mancha y luego se exportaba a Asia y África. Este espíritu comercial nacía de la necesidad de un pueblo sin recursos naturales. El objetivo de Jesús era hacer lo que otros ya estaban haciendo, pero mejorado y sobre todo, diferente. Su esposa y compañera, Carmen Valero, hija de los mismos herreros que fabricaban los carros y las rejas de las casas del pueblo, aportó el sosiego, la calma y, también, las manos que elaboraron las primeras carteritas de papel para que después Jesús fuera vendiéndolas casa por casa por los pueblos más cercanos y Murcia. El negocio fue creciendo y a él se unieron las hermanas de Carmen y varias vecinas, capaces de convertir un kilo de azafrán en diez mil envases de papel, la dosis exacta para uno de esos guisos familiares.

El marketing de los años 20

Francisco Escolano, Luís Navarro  y Jesús Navarro Valero, quienes  situaron a la marca como  líder indiscutible del mercado.

Francisco Escolano, Luís Navarro y Jesús Navarro Valero, quienes situaron a la marca como líder indiscutible del mercado. / informacion

Como las carteritas en el inicio eran blancas, sin marca, Jesús pensó que debía distinguirse de alguna manera. Fue así como en 1926 el nombre y la imagen de su primera hija, Carmencita, sale a la luz. Le hizo a la niña una foto con un gran lazo en la cabeza, siendo esta la foto con la que se registra la marca y la que aparece en los sobres de azafrán.

Sin embargo, otro negocio de la zona ya tenía un emblema similar. Para distinguirse, en un alarde inconsciente de marketing, le quitó el lacito, le colocó un sombrero cordobés, la vistió de andaluza y le puso un mantón de Manila y un clavel. Nacía así la Carmencita que conocemos a día de hoy. Durante los años de la Segunda República, Carmencita inicia su desarrollo publicitario, con anuncios de sus carteritas de azafrán en los descansos de los cines y en vallas publicitarias.

La pequeña Carmencita, en la  foto que generó la imagen de la  recién creada campaña en 1926.

La pequeña Carmencita, en la foto que generó la imagen de la recién creada campaña en 1926. / informacion

Años más tarde, cuando se aventura a viajar en barco hasta las islas Canarias, Jesús está forjando el éxito actual de la marca gracias al gran consumo de especias en los platos tradicionales isleños, iniciando, sin saberlo, la internacionalización de la marca. Y fue a partir de 1955 cuando se introdujeron las máquinas que agilizan el proceso de envasado de las carteritas de azafrán, lo que supuso un gran avance para satisfacer la demanda cada vez mayor y la posibilidad de abrir el mercado con otras especias. Dando paso así a que en al comienzo de los años sesenta, se ampliara y diversificara la gama de Carmencita con tarros y cajitas.

La siguiente generación, con Luis Navarro, Francisco Escolano y Jesús Navarro Valero, fortaleció y multiplicó los valores del fundador: tradición y, a la vez, modernidad, visión de futuro y espíritu de liderazgo. Con gran esfuerzo situaron a la marca como líder indiscutible del mercado.

En 1985 Carmencita lanzó uno de sus productos estrella: El Paellero®, una mezcla de especias para la paella cuyo lanzamiento se apoyó en los primeros anuncios televisivos que realizó la compañía. Pocos años después, en 1990, la empresa rediseña sus envases e inicia una importante expansión por más de 40 países, coincidiendo con el relevo generacional en la dirección de la compañía.

Innovación y solidaridad

Francisco Escolano Navarro, Jesús Navarro Navarro y Jesús Navarro Alberola, tercera generación.

Francisco Escolano Navarro, Jesús Navarro Navarro y Jesús Navarro Alberola, tercera generación. / informacion

Actualmente cuentan con una nueva fábrica, la más moderna de Europa, en Novelda y un departamento de I+D+i fuertemente preparado para la investigación y el avance de sus productos. Entre las prioridades de Carmencita se encuentra la salud como pieza esencial de la alimentación y la gastronomía, por ello los productos de la empresa se encuentren en una constante evolución, adelantándose incluso a las demandas y necesidades de la sociedad. Como prueba de ello, recibieron de la mano de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España el Premio Face 2019.

«Alta Distinción al Mérito Social y Empresarial de la Generalitat Valenciana», concedido el 9 de octubre de este año.

«Alta Distinción al Mérito Social y Empresarial de la Generalitat Valenciana», concedido el 9 de octubre de este año. / informacion

Además, el carácter solidario que define el espíritu de Carmencita desde su fundador se refleja en sus acciones hacia la sociedad, por ejemplo, en su unión a Alicante Gastronómica Solidaria. Una iniciativa que prepara más de 900 menús semanales para ser repartidos entre las personas más desfavorecidas de la provincia.

Por otro lado, Carmencita forma parte de las cátedras institucionales de la Universidad de Alicante e inició sus actividades en noviembre de 2017. El objetivo principal de la cátedra es desarrollar actividades de investigación, divulgación y formación en el ámbito de la gastronomía y, en particular, las relacionadas con el universo del sabor y la riqueza culinaria que encierra la cultura alimentaria mediterránea.