La alicantina Alannia prepara su desembarco en la Costa Brava con un resort en Tossa de Mar

Alannia, la cadena de resorts participada por el Grupo Marjal y el fondo español Corpfin, da un nuevo paso en su expansión por el litoral mediterráneo y lo hace en uno de los destinos de referencia del turismo de camping: la Costa Brava catalana. En concreto, la compañía con sede en Guardamar prepara la apertura de un nuevo complejo en Tossa de Mar, una pequeña localidad a medio camino entre Lloret y Sant Feliu de Guíxols, conocida por su característico casco antiguo y sus espectaculares parajes naturales y acantilados.

Será el sexto complejo de la cadena, tras los que tiene en la provincia de Alicante –en Guardamar y Crevillent- y los que ha adquirido en los últimos años en Tarragona, en concreto en Salou, Els Prats y l'Hospitalet de l'Infant.

Al igual que con estos últimos, los planes de la cadena pasan por tomar el control de un camping ya existente –cuyo nombre no ha querido revelar-  para reformar sus instalaciones y adecuarlo a sus estándares, con amplias zonas de ocio acuático, vegetación, gastronomía y la construcción de una zona de cabañas de madera que complemente el alquiler de parcelas puro y duro. En total, se prevé que el complejo disponga de entre 400 y 500 plazas de alojamiento, según confirman desde la compañía.

El proyecto se encuentra ya en fase de tramitación, con el objetivo de que el establecimiento renovado pueda abrir sus puertas de cara al verano de 2025, tras una inversión de alrededor de 20 millones de euros. Como suele ser habitual en estos casos, el grupo ha creado una sociedad específica para gestionar el proyecto bajo el nombre de Alannia Tossa de Mar SL, tal y como se reflejaba en el Boletín Oficial del Registro Mercantil de este jueves.

Desde la firma no ocultan su satisfacción ante este nuevo proyecto, que les permite posicionarse en un nuevo mercado geográfico. "La Costa Brava es un destino referente de camping resort para las familias europeas y nacionales. Los mejores establecimientos están allí, junto con la Costa Dorada y la Costa Blanca", señala el consejero delegado de Grupo Marjal y responsable de su división turística, Sergio Gómez. O, en otras palabras, la firma consigue así presencia en los tres destinos con mayor peso de esta modalidad turística.

El proyecto forma parte de los planes de expansión de Alannia, que también busca nuevos emplazamientos en la costa andaluza. En concreto, ya está analizando varias oportunidades en Málaga, Almería y Cádiz, entre otros posibles destinos. La cadena finalizó el año pasado con una facturación de 27,5 millones de euros, tras crecer un 54% con respecto a las cifras de 2021, lo que le permitió cerrar el ejercicio con un resultado consolidado neto de 1,3 millones de euros, según sus últimas cuentas.

Trayectoria

El origen de la cadena se remonta al año 1997, cuando el Grupo Marjal, hasta entonces dedicado principalmente a la promoción inmobiliaria, decidió construir su primer resort en Guardamar, para diversificar su actividad. En 2011 llegaría Alannia Costa Blanca, un complejo construido desde cero en la localidad de Crevillent.

Fue en 2018 cuando la empresa participada por las familias Fur y Gómez decidió dar entrada en el accionariado de su división turística al fondo español Corpfin, con la intención de expandir su actividad. Fruto de esta unión la cadena incorporó en los años siguientes tres establecimiento en la provincia de Tarragona, a los que en breve se sumará el nuevo complejo de Tossa de Mar.